“El reguetón es música válida”: Jaime López

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Grupo editorial diverso que abarca diferentes temas y formatos. La calidad periodística y la diversidad de contenidos son aspectos que definen a las editoriales de Milenio.

Después de llegar al sexto umbral de la edad, Jaime López continúa activo y muy dinámico.
Ciudad de México /

EL ÁNGEL EXTERMINADOR

@miricaiba

Miriam Canales

Después de llegar al sexto umbral de la edad, Jaime López continúa activo y muy dinámico. “Yo no tuve complejo de Edipo con mi madre, en paz descanse, lo tuve con la rockola, esa fue mi madre y el radio mi padre. Entre ambos son mis progenitores”, explica en esta charla.

¿Cuál crees que sea la música que nos merecemos en México?

Generalmente es la que quieres oír a través de la imaginación, no la que te imponen. Tienes una formación casi desde el vientre materno. Así como dice la gente que le cantas a una maceta igual que a una criatura como formación orgánica o, incluso, biológica.

Ya existen proyectos musicales para bebés desde que están en la gestación; es música muy comercial, no clásica, sino reguetón.

Está bien, siempre hay prejuicios. Tal pareciera que los géneros musicales son clases sociales, y a veces sí lo son. Hay gente que dice que el reguetón es de nacos, no obstante, la naquez no respeta clases sociales. Yo no oigo reguetón constantemente, pero es música valida. Lo poco que he oído no lo desprecio. Antes, para la gente más reacia, según sus valores sociales oía o no a Miki Laure, a Rigo Tovar, a Los Creedence o a Chico Che. En gustos se rompen jetas, pero lo más triste de la situación es que un prejuicio te lleve a rechazar un buen gusto.

¿Cómo haces para manejar el prejuicio, sobre todo el musical? Porque cuando uno es joven dice que no le gusta algo y a medida que vas creciendo te das cuenta de que no es tan malo como creías.

Enfrentar tus miedos no es fácil, no hay peor temor que el que no se enfrenta. Creo que sí puedes ser artista, pero estamos hechos de varias cosas. Haces una selección a partir de tu educación. Hay dos maneras de digerir: una de espíritu y otra físicamente, pero la de espíritu es más difícil.

¿Cómo digieres una información de religión, por ejemplo?

Aunque fui iniciado involuntariamente en una religión, bautizado y todo, casi a temprana edad empecé a cuestionar y eso no me hizo un ateo automático. Me hacía un “no creyente”. Pasé una adolescencia redundamentemente mamoma. Me preocupó ser ateo porque a veces un ateo se vuelve más papista que el Papa. Entonces llegué a formular una frase, otro lema en mi escudo de armas: “Creo en todo pero nada me convence”. No es que no crea en Dios, quisiera que él creyera en mí.

¿En qué crees actualmente?

En la música sigo creyendo.

¿A pesar de sus vaivenes, sus cambios?

Así es, toda música es materia viva. Y toda materia está expuesta a la corrupción. Cuando llega un político y dice: “Voy a erradicar la corrupción”, yo le propondría que mejor la organizara, porque la oxidación es inherente a los seres vivos. Se pueden hacer cosas positivas o negativas. La música se corrompe en determinado momento, no solo en lo moral. Ya sabemos que se puede hacer con la oxidación; con la corrupción es igual. La música no solo se corrompe en el sentido moral sino biológico: sufre transformaciones hasta llegar al reguetón.

Últimamente ha habido demasiada retromanía: refritos fílmicos, rock en tu idioma sinfónico. Mucha gente está explotando esto y se vuelve excesivo. ¿Tú qué opinas?

Yo no vivo de la nostalgia. La cultura es de lo que te alimentas. Cultura es un todo, es música, siempre estás viendo de dónde vienes para ver a dónde vas. El rock sinfónico está hecho con fines de explotación mercantil, por decirlo lo menos ofensivo posible. Lo que habría que preguntarse es que si el rock sinfónico es parte de una cultura natural o es un producto prefabricado. Si lo vas a explotar como nostalgia para mí es living in the past, como lo escribió Jethro Tull. No puedes quedarte así. Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja.

¿Qué le dirías a la gente que dice que tú eres el pedestal del rock mexicano?

Mucho tiempo no me lo tomaron así. Yo empecé en hoyos fonqui, o pre fonqui, y luego fui a dar a las peñas, cafés cantantes y ahí los más fundamentalistas vieron lo rockero como algo discriminatorio. Ya en los ochenta me tomaron como folclórico; ha tenido que pasar mucho tiempo. Por desinformación o falta de a quién poner en el pedestal ponen a cualquiera. Yo soy el primero que cuestiono eso. En lo personal, molestia aparte, yo pregono con el ejemplo, y si algo ha quedado en el ambiente del rock o en el folclor a través de mi trabajo, qué bueno. Nunca he estado aquí por el culto a la personalidad, sino al trabajo.

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