A través de vídeos, Andrea Moreno y Daniel Méndez, dos de los booktubers más importantes de México, dejaron de lado los prejuicios y miedos para que la lectura dejara de ser una actividad solitaria y convertirla en una mucho más activa, en retroalimentación e incluso en amistad.
Como parte de las actividades que realiza la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) en el marco de la celebración de "Abril, mes de la lectura", los booktubers aseguraron que encontraron en la lectura una oportunidad de hacer cosas distintas en su vida y también de sumarse a un nuevo movimiento en pro de esta actividad, con la grabación de un vídeo, su "espacio feliz", el lugar donde nadie les dice qué hacer, reseñando sus experiencias como lectores.
Este movimiento que ha nacido en redes sociales y que tiene a sus máximos exponentes en países como España, Estados Unidos y Argentina, también ha hecho eco en México, un ejemplo es que incluso por dos años consecutivos han organizado un Encuentro Nacional, que se enmarca en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
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Para ellos, las redes sociales y las nuevas plataformas ofrecen, a diferencia de los medios tradicionales, una gama amplia de contenidos, desde el entretenimiento hasta aquellas relacionadas con la lectura, la cultura y las artes.
Este movimiento en México está integrado por al menos 350 booktubers que desde los nueve hasta los 40 años hacen reseñas que comparten con sus seguidores, consolidándose como un espacio para compartir, discutir y reflexionar.
En este sentido, Galaxia Poucel, otra representante, explicó que este tipo de movimientos que nacen desde internet marcan un paradigma e integra a las nuevas generaciones, ya que existen productos específicos para cada gusto, desde la literatura juvenil, el romance e incluso textos más académicos.
Para ellos este ejercicio va más allá de hacer una "crítica especializada", ya que, por una parte, no cuentan con los conocimientos que requeridos para ello; pero por otra, le quitan la solemnidad que otras generaciones tienen.
Además de promover la participación más activa de niños, adolescentes y jóvenes, estás plataformas han permitido que los autores también conozcan con más facilidad lo que sus lectores opinan, e incluso que exista una mayor interacción, a diferencia de lo que ocurría en el siglo pasado.
Finalmente coincidieron en la necesidad de introducir nuevas actividades a la "nube".
RAM