Una cama nupcial de madera tallada con 138 figuras del Kamasutra y el arma homicida en forma de pene de la película La Naranja Mecánica de Stanley Kubrik son algunas de las piezas que forman parte del Museo de Arte Erótico del Mundo (WEAM) en Miami Beach, el segundo más grande en su tipo.
El recinto alberga más de 4 mil objetos eróticos y obras de arte, que incluyen creaciones de artistas reconocidos como Rembrandt, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Fernando Botero, además de piezas étnicas y documentos históricos que hablan de algo "inherente a la naturaleza humana": la sexualidad.
La millonaria colección privada es el resultado de la "deshinibida curiosidad" de Naomi Wilzig, una aficionada al arte recordada como "mujer de familia y judía devota", quien durante casi dos décadas se dedicó a reunir obras de arte erótico de diferentes partes del mundo. A pesar de que la acaudalada coleccionista "tenía una mentalidad conservadora", "se sintió llamada a rescatar de la extinción" a miles de obras que para muchas culturas "representaban un tabú sobre el cuerpo humano y las prácticas sexuales".
Wilzig, quien falleció el pasado abril a sus 80 años, dejó con el museo un legado de estatuas, pinturas y fotografías que cubren el erotismo en la mitología griega, las historias bíblicas, las culturas orientales y suramericanas y hasta los fetiches como el bestialismo y el sadomasoquismo.