“Uno de los hijos más destacados (y queridos) del exilio español en México es sin duda Ramón Xirau, cuya obra ya es una parte intrínseca de nuestra cultura”, escribió Adolfo Castañón en 2001, al analizar las distintas vertientes del conocimiento en las que se distinguió el maestro fallecido este 27 de julio a los 93 años.
En 1938, con apenas 14 años, Xirau fue enviado por sus padres a Francia para protegerlo de la Guerra Civil Española; poco después, en febrero de 1939, se reunión con ellos en París para abordar un barco y viajar a Nueva York.
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Ramón llegó con sus padres a México en marzo de 1939, pocos meses antes de que en Europa los ejércitos nazis invadieran Polonia y con ello se iniciara oficialmente la Segunda Guerra Mundial.
Se establecieron en la colonia San Rafael, de la Ciudad de México, y Ramón estudió en el Liceo Franco Mexicano (1940-1941) y después en la Facultad de Filosofía y Letras (1942-1946), en el edificio de Mascarones en donde su padre daba clases. Se tituló en 1946, apenas unos meses después de que su padre muriera en un trágico accidente. Obtuvo la nacionalidad mexicana en 1955.
[OBJECT]En 1949 se casó con la pintora Ana María de Icaza, con quien tuvo un hijo —Joaquín Xirau Icaza (1950-1976)—, poeta y escritor, que murió en Boston mientras estudiaba una maestría en la universidad de Harvard.
Xirau obtuvo la maestría y más tarde el doctorado en filosofía, en la UNAM. Fue profesor en el Liceo Franco Mexicano, en la Universidad de las Américas y en la Facultad de Filosofía y Letras e investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas, en la UNAM.
“La obra de Ramón Xirau se ha encauzado por cuatro vertientes: la del poeta que ha sabido crear un mirador visionario, la del escritor y filósofo autor de una obra propia, la del maestro formador de investigadores y profesores y, en fin, la del traductor y editor que supo hacer de la revista Diálogos (1964-1985) un rico faro”, escribió también Adolfo Castañón.
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Xirau poeta
Como poeta, James Valender dice que Xirau expresa experiencias de indudable complejidad pero con base en elementos más bien sencillos, que va fijando con trazos rápidos y seguros. En el centro del cuadro está el mar, un mar siempre igual a sí mismo y, sin embargo, siempre cambiante. Un mar que está sujeto, como la vida toda, al cambio de las horas.
Figuran también en su poesía las matizaciones del claroscuro: las transfiguraciones del alba y del atardecer. Xirau se mantuvo fiel a su lengua catalana y sus exploraciones en el terreno de la poesía y la mística derivaron en libros como Palabra y silencio y Mito y poesía, ambos de 1964, Dos poetas y lo sagrado (1993), además de su Poesía completa (1950-1994).
Xirau filósofo
Xirau realiza una de las indagaciones más interesantes sobre filosofía de la poesía. Buena parte de su obra se dedica a explorar la relación de la filosofía y la poesía. La tesis central de Xirau en el campo de la filosofía de la poesía es la idea de que la poesía es una forma de conocimiento: “la poesía como conocimiento”, es el lema de uno de sus libros más importantes, Poesía y conocimiento (1978).
Xirau argumenta que la poesía constituye una forma privilegiada de conocimiento del mundo. La poesía nos da acceso a ciertos aspectos de la realidad, y en ocasiones nos puede llevar a trascenderla. Es autor de una Introducción a la historia de la filosofía (1964), que ha sido libro de texto universitario dentro y fuera de México.
Entre sus muchos libros, también destacan El sentido de la presencia (1955), Tres poetas de la soledad: Gorostiza, Villaurrutia y Paz (1955), Ciudades (1969), Entre ídolos y dioses (1980), Epígrafes y comentarios (1985). También sobresale su estudio de 1997, Genio y figura de Sor Juan Inés de la Cruz.
[OBJECT]Xirau maestro
“La raíz inteligente de Ramón Xirau parece hundirse en un espacio donde la poesía, la religión y la filosofía se cruzan y desdoblan a un tiempo preguntándose por su ser y por su historia”, dice Adolfo Castañón sobre Xirau el maestro. Su impronta marca sin duda el desarrollo de la filosofía en México y la evolución de su estudio en la Facultad respectiva de la UNAM.
Maestro desde siempre, Xirau formó generaciones de estudiantes universitarios a los que transmitió su rigor intelectual y su pasión viva para ahondar en la condición del ser humano en nuestra edad crítica y en crisis. En su casa de San Ángel, siempre estuvo rodeado por estudiantes y jóvenes universitarios que buscaron su magisterio como guía.
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Xirau editor
Como editor (y traductor) Xirau hizo de la revista Diálogos (1964-1985) una de las revistas culturales más importantes de la segunda mitad del siglo XX, referente esencial para entender lo que ha ocurrido desde 1964, fecha de la aparición de su primer número hasta veinte años más tarde, cuando salió el último.
Los años sesenta fueron una década de muy buenas publicaciones literarias y culturales, y entre ellas Diálogos fue una de las más notables.
Castañón dice que en Diálogos, “se pueden reconocer algunas de las líneas maestras que ahondarían y ensancharían en lo editorial las revistas Plural y Vuelta.
AG