Este miércoles 21 de marzo, durante el debate que sostuvo en MILENIO Andrés Manuel López Obrador, candidato a presidente por la coalición 'Juntos Haremos Historia', señaló a dos presidentes que lo inspiran: Benito Juárez y Francisco I. Madero.
¿Qué nos dice la historia sobre las respectivas presidencias de estos personajes?
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Benito Pablo Juárez García (1806-1872), a quien López Obrador calificó como "el mejor presidente que ha tenido México" y "el mejor presidente mexicano de todos los tiempos", ocupó la presidencia durante catorce años, de 1858 hasta su muerte en 1872.
El Benemérito de las Américas llegó al poder en enero de 1858, pero no fue reconocido por los conservadores. Fue hasta después de la Guerra de Reforma que Juárez fue electo constitucionalmente para el periodo 1861-1856, el cual se prolongó por la Intervención Francesa.
Durante los primeros años de su gestión, Juárez declaró la suspensión de pagos de la deuda externa en 1861, lo que precipitó la Intervención Francesa de México, que inició en diciembre de ese mismo año y culminó hasta 1867.
Juárez era presidente cuando el general Ignacio Zaragoza derrotó al ejército francés en la histórica Batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862, tras la cual envió a Palacio Nacional su famoso telegrama que incluía la frase célebre "Las armas nacionales se han cubierto de gloria".
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Ante la invasión francesa, Benito Juárez tuvo que dejar la capital el 31 de mayo de 1963 y encabezó un gobierno itinerante. En 1864, los conservadores mexicanos ofrecieron la corona del Imperio Mexicano a Maximiliano de Habsburgo, quien asumió el poder en abril de 1864 y sería depuesto tres años después, en mayo de 1867. Sería fusilado el 19 de junio de 1867.
Tras la muerte de Maximiliano, Juárez encabezaría la República Restaurada, y fue reelecto presidente de México para los periodos 1867-1871 y 1871-1875, mismo que no concluyó porque la muerte lo venció el 18 de julio de 1872.
Entre los principales logros de Benito Juárez como presidente, los historiadores citan:
- La promulgación de la Constitución de 1857, de ideología liberal, que garantizaba el derecho a la libre expresión y la educación laica, y prohibía los títulos nobiliarios y la pena de muerte y el castigo por tormento.
- La nacionalización de los bienes eclesiásticos y la eliminación de las órdenes monásticas.
- La separación de la Iglesia y el Estado.
- La creación de un Registro Civil, independiente del poder de la iglesia católica.
- El decreto de la libertad de imprenta, la secularización de hospitales e instituciones de beneficencia, y la reglamentación de la instrucción pública.
- Las importantes obras de infraestructura en su gobierno: 478 kilómetros de ferrocarril con puentes, túneles y desvío de aguas, y 5 mil kilómetros de telégrafo.
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Por su parte, Francisco Ignacio Madero González (1873-1913) —y no Indalecio, como se nos hizo creer muchos años—, a quien López Obrador llamó "el apóstol de la democracia", fue presidente de México de 1911 a 1913.
Su llegada al poder estuvo enmarcada por la larga administración de Porfirio Díaz —que algunos califican de 'dictadura'—, quien hasta 1910 había permanecido en el poder durante 34 años, reeligiéndose en la presidencia en seis ocasiones.
En 1908, Madero publicó el polémico libro La sucesión presidencial en 1910, en el cual criticaba duramente la permanencia de Porfirio Díaz en la silla presidencial. En 1909, fundó el Partido Nacional Antireeleccionista para enfrentar a Díaz en las urnas, pero fue encarcelado por cargos de 'rebelión'.
Habiendo escapado de la prisión en San Luis Potosí, Madero inició la Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910, pero halló escaso eco a su iniciativa.
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Tras reunir mayor fuerza política, desde la ciudad de San Antonio, texas, promulgó el Plan de San Luis: una invitación a la lucha armada para arrebatar el poder a Díaz bajo el lema: SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN.
Al año siguiente, Porfirio Díaz renunciaría a la presidencia y Madero asumiría el poder el 6 de noviembre de 1911.
Los historiadores caflican su gobierno como democrático y preocupado por las condiciones del pueblo llano, pero se vio asediado por otros movimientos armados y levantamientos populares, como los encabezados por Emiliano Zapata.
Durante un golpe militar, el presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron obligados a renunciar el 19 de febrero. Y, al término de la Décena Trágica, fueron asesinados por órdenes de Huerta cuando eran trasladados a la prisión de Lecumberri.
Entre los logros de la gestión de Madero, los estudiosos mencionan que consiguió poner fin a una dictadura de 34 años, establecer un gobierno democrático y liberal, y sobre todo su apasionada defensa por la democracia, la cual terminó costándole la vida.
FM