Hoy es el último día para poder admirar la exposición Andy Warhol. Estrella oscura, en el Museo Jumex. La muestra, que presenta el trabajo más significativo del célebre artista estadunidense, entre dibujos preparatorios, collages, instrucciones, facturas y hasta los esténciles originales para sus pinturas de las latas Campbell’s, fue abierta el pasado 2 de junio y ha sido admirada por más de 300 mil personas.
Un provocador del arte contemporáneo, Warhol experimentó en todos los ámbitos de la creación artística; así, en más de 300 pinturas demuestra su obsesión con las imágenes inéditas de Jacqueline, viuda del presidente John F. Kennedy.
Ayer, el público capitalino se detenía a ver lo que solo conocía por referencias fotográficas o bibliográficas, como de las célebres latas de sopa Campbell’s. Tomaba tiempo apreciar lo que fue su primera serie de imágenes: Warhol había jugado con esas imágenes desde 1961, pero fue hasta su famosa exposición de 32 latas en la Ferus Gallery, de Los Ángeles, en julio de 1962, cuando dio un paso radical en la historia del arte de la posguerra al dedicarse a pintar fríos rostros independientes en cada una de las variedades que existían de la sopa.
Entonces la reacción fue de indignación y sorpresa, pues varios críticos lo comentaban como algo sin sentido; un crítico de Los Ángeles Times escribió: “Este joven artista es un tanto desinformado o un charlatán testarudo”. Pero hubo otros a los que les pareció una buena aportación, por ejemplo, John Coplans, editor de la revista Artforum, quien después curó la retrospectiva de Warhol en el Pasadena Art Museum, en 1970.
Warhol sostenía “que cuánto más miras la misma cosa, más se desvanece el significado por mejor y más vacío que te sientas”.
Nada detrás
Entre las pinturas que no pasan desapercibidas están las de Nao, encarnación pictórica del culto a la personalidad. Allí se demuestra la lógica que subyace a la obra de Warhol: la fama, la infamia y la celebridad se manifiestan en plenitud en un mundo que ha sido alterado para siempre por la expansión de los medios globales.
Los visitantes siguieron la máxima del artista estadunidense: “Si quieres saberlo todo sobre Andy Warhol, solo tienes que ver la superficie de mis pinturas, de mis filmes y de mí. Ahí estoy, no hay nada detrás”.
Tras graduarse en el Carnegie Institute of Technology, en 1949, Warhol se mudó a Nueva York; allí llegó a convertirse en el artista comercial más exitoso y mejor pagado de la industria publicitaria. Pero él quería ser un pintor reconocido, por lo que se inició en el arte pop en los años 60.
Los asistentes se detenían por más tiempo en su serie Marilyn Monroe in Black and White, 25 imágenes de la actriz.
En mayo de 1965, Warhol también se dedicó al cine; dijo que se retiraba de la pintura porque el arte dejaba de ser divertido para él. Su obra maestra fue Empire (Imperio), un retrato de ocho horas del reconocido rascacielos.
Al final de la muestra y porque no se permite sacar fotos por cuestiones de derechos de autor, como consolación, los visitantes pueden comprar una lata de jugo Jumex con la imagen del artista o una reproducción de algunas de sus obras más famosas.