El "balkan beat" llega a la montaña texcocana

El músico bosnio Goran Bregovic compartirá escenario con un ensamble de 60 niños del municipio mexiquense en el concierto inaugural del quinto Festival de Música Vientos de la Montaña.

“La tradición es como un banco sólido y fuerte al cual puedes acudir a pedir prestado, pero debes devolver con intereses”.
Laura Cortés
México /

“Ya estoy muy viejo y lejos de aquellos tiempos cuando, libre de toda vanidad, creía que el arte podía cambiar el mundo”, expresó hace algunos años el músico bosnio Goran Bregovic (Sarajevo, 1950), quien de inmediato reviró: “¡Pero es verdad que también sigo siendo muy joven para perder la esperanza!”

El arte sonoro de este notable creador interdisciplinario, que con sus fusiones internacionalizó la música tradicional de los Balcanes, es prueba de que el compositor no ha perdido la fe en el poder del arte para trastocar la realidad; por el contrario, alimenta esa confianza.

Tal convencimiento ha logrado una suerte de complicidad (incluso involuntaria) con músicos de distintas generaciones y latitudes a quienes el músico bosnio continúa inspirando. Es el caso de un grupo de niños y jóvenes que habita en las comunidades de San Jerónimo Amanalco, Santa María Tecuanulco y Santa Catarina del Monte, en la zona de la montaña de Texcoco, Estado de México.

Desde hace algunos meses, unos 60 instrumentistas texcocanos de entre ocho y 18 años, se preparan para compartir el escenario el próximo viernes, a las 18:30, con Bregovic y su Banda para Bodas y Funerales, en lo que será el concierto inaugural del quinto Festival de Música Vientos de la Montaña, en Texcoco.

Ninguno de los músicos de las tres comunidades de origen
náhuatl (que, aunque en conjunto no superan los 20 mil habitantes, ya han ganado prestigio por la formación de bandas de viento) había escuchado antes las composiciones del balkan beat. Los músicos mexiquenses recibieron vía correo electrónico las partituras que ejecutarán en el recital y que, luego de arduos ensayos, dominan ya para la presentación. Hopa Cupa es la pieza estelar que interpretarán junto con Bregovic y su orquesta en la Alameda de Texcoco, sede principal del encuentro artístico gratuito que se desarrollará durante 10 días en diferentes recintos del municipio mexiquense.

Joel Aguilar Espinosa, director del festival, comenta a MILENIO que tomó cuatro años el proceso para lograr la participación en Vientos de la Montaña del también compositor de las bandas sonoras de las laureadas cintas El tiempo de los gitanos y Underground, del cineasta serbio Emir Kusturica.

Memoria sonora

Aguilar Espinosa considera que, aún sin conocerse físicamente, los músicos de la montaña y el creador bosnio coinciden en la convicción de que el arte tiene el poder para transformar el mundo.

Con formación musical, primero en San Jerónimo Amanalco, de donde es originario, y luego en el Conservatorio Nacional, Joel Aguilar sabe por experiencia propia cómo la música ha cambiado la vida de los pobladores de esa región. Director de las Escuelas de Enseñanza Musical, creadas inicialmente para impulsar el talento de los niños montañeses, explica que para el concierto inaugural fueron seleccionados los instrumentistas más avanzados de las 10 agrupaciones de formación artística que hay en Texcoco.

En las comunidades mexiquenses, asevera, la música ha sido un portentoso elemento de arraigo. Bregovic, por su parte, se reinventó a sí mismo al fusionar magistralmente la música tradicional balcánica con géneros como rock, punk, tango, música gitana e incluso mariachi. Su fusión logró enaltecer la sonoridad autóctona y la enriqueció dándole un sentido cosmopolita. En repetidas ocasiones ha afirmado que “la tradición es como un banco sólido y fuerte al cual puedes acudir a pedir prestado, pero debes devolver con intereses”.

Su arte se ha desarrollado en una zona donde por siglos católicos, musulmanes y ortodoxos han tenido una difícil convivencia. Desde su perspectiva, sin importar la geografía, la música representa un medio para eliminar diferencias políticas, religiosas y étnicas.

Su obra musical busca mantener viva las tradiciones “pero no estáticas sino en evolución”, lo cual consigue al alimentarse de la cultura de otras latitudes. En esta ocasión tocará el turno al ensamble conformado por los instrumentistas de la montaña demostrar que la música es el lenguaje más incluyente y universal.

Punto de encuentro

En el quinto Festival Vientos de la Montaña participarán alrededor de mil 300 músicos texcocanos.

El tenor José Luis Duval ofrecerá un concierto con la Sinfónica Juvenil e Infantil de Texcoco de Pedro Arpide.

El director de ópera Enrique Patrón de Rueda participará en el concierto de clausura del encuentro musical.

Las 10 escuelas de Enseñanza Musical y la Banda Sinfónica Comunitaria realizarán un homenaje a Arturo Márquez.

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