Hace 38 años, el 21 de febrero de 1978, fue descubierto de modo totalmente accidental el monolito de la diosa Coyolxauhqui, que se encontraba a los pies del Templo Mayor de México-Tenochtitlan.
Su descubrimiento dio pie a múltiples excavaciones que culminaron con el surgimiento del Proyecto Templo Mayor y, años después, con la construcción del Museo del Templo Mayor, en el centro de la Ciudad de México.
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En la madrugada del 21 de febrero de 1978, mientras laboraban en una excavación en la esquina de las calles República de Guatemala y República de Argentina —en el Centro Histórico de la Ciudad de México—, el pico de uno de los trabajadores de Luz y Fuerza dio con fuerza contra un objeto inusualmente sólido.
Al hurgar en la tierra compactada por el peso de los años, poco a poco fue descubriéndose la efigie de una mujer desmembrada y semidesnuda, cuyo origen era evidentemente anterior a la Conquista de México. Los trabajadores dieron aviso del descubrimiento, y al poco tiempo arqueólogos del INAH acudieron al lugar; entre ellos se encontraba Felipe Solís, quien validó el hallazgo e identificó a la diosa de la Luna, Coyolxauhqui.
En el panteón mexica, Coyolxauhqui es la deidad de la Luna y hermana del dios Huitzilopochtli, dios de la guerra y uno de los más importantes para la civilización que dominó el Valle de México durante los siglos previos a la Conquista. Su nombre significa "La que se pinta el rostro con cascabeles".
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El hallazgo dio pie a excavaciones arquelógicas posteriores, cuyos hallazgos hoy son exhibidos en el Museo del Templo Mayor.
Se estima que los mexicas tallaron el bloque circular de andesita en el año 1469, y éste fue colocado al pie de la escalinata que conducía al adoratorio de Hutizilopochtil. La diosa aparece decapitada y mutilada de brazos y piernas a consecuencia del combate que, según el mito, sostuvo con su hermano en lo alto del cerro de Coatepec.
La escultura mide 3.25 metros de diámetro y, en palabras del prominente arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, "es la unión de lo sublime y lo terrible, plasmado en la expresión del cuerpo, de la cabeza, de cuya boca entreabierta parece escapar la vida".
El monolito es exhibido, como pieza principal, en el Museo del Templo Mayor, el cual este año celebrará su 30 aniversario.
FM