La semiología aplicada a la arquitectura es un tema problemático para la crítica desde hace varias décadas, pero sin duda es útil para la interpretación de los signos que se presentan en la forma arquitectónica construida. Dicha forma, se trate de los espacios que conforman un edificio o bien el conjunto de edificios que componen a la ciudad, se puede tomar como un texto, en el cual cada elemento constituye una palabra que, combinada con las demás, transmiten el pensamiento del arquitecto.
El filósofo francés Michel Foucault escribió en su libro Las palabras y las cosas (1966): "Por doquier existe un mismo juego, el del signo y lo similar, y por ello la naturaleza y el verbo pueden entrecruzarse infinitamente, formando, para quien sabe leer, un gran texto único". En este pasaje el célebre pensador plantea la condición de equilibrio entre las palabras y sus significados, del mismo modo que resalta la capacidad expresiva de las cosas en sí mismas.
La arquitectura es capaz de "hablarnos" mediante sus materiales, espacios y formas. Pero, al mismo tiempo, las palabras escritas y pronunciadas por los creadores de los edificios influyen sobre nuestra percepción e interpretación de los mismos. ¿Podríamos decir que las ideas y los discursos de los arquitectos sobre sus obras también pueden considerarse parte de su arquitectura?
La respuesta podría ser afirmativa, si tomamos en cuenta que la arquitectura es un fenómeno cultural que se verifica en la intersección de todas sus representaciones: construcción, imagen y palabra. Sin
embargo, para muchos críticos solamente la forma construida y la experiencia corporal de los espacios son el objeto interpretable del proyecto arquitectónico.
En mi opinión, es indispensable visitar personalmente una obra construida para estar en posibilidad de realizar una crítica profesional de ella. El crítico no puede fundamentar sus opiniones solamente en materiales visuales y escritos sobre el edificio. De hecho, en ocasiones conviene hacer más de una visita al sitio de interés, ya que los espacios cambian según la luz del día o con la iluminación artificial. Una situación como esta me sucedió cuando visité las termas de Vals en Suiza, proyecto magistral del arquitecto Peter Zumthor.
Este arduo trabajo no excluye para nada la consideración de los textos o entrevistas a los arquitectos y autores del proyecto. En la práctica, la lectura de sus ideas puede influir decisivamente sobre la interpretación del espacio. De igual modo, la mirada de un fotógrafo especializado como el suizo Hans Danuser, quien ha hecho interesantes tomas de las Termas de Vals, puede contribuir positivamente para tener una lectura óptima del espacio arquitectónico.