Durante milenios, los eclipses solares han sido fuente de mitos, en ocasiones violentos, para numerosos pueblos. La ciencia explica que el Sol obscurece porque la Luna pasa delante de él, pero antes de eso, la gente imaginaba todo tipo de razones para lo que sucedía en el cielo.
Las leyendas revelan mucho más acerca de los pueblos que las crearon que sobre el Sol o la Luna, dice Anthony Aveni, autor del libro In the Shadow of the Moon: The Science, Magic, and Mystery of Solar Eclipses.
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"No es mito. No es ciencia. Es cultura", dijo Aveni, profesor de física y sociología en la Universidad de Colgate.
Son a menudo historias morales que advierten sobre contravenciones de todo tipo, desde mentir hasta incesto, dijo Aveni. Pueden ser sangrientos y de miedo y por ello enseñan lecciones. Después de todo, ¿qué va a asustar más que el Sol desapareciendo en medio del día?
Ésta es una mirada a algunas de las leyendas:
Violencia
Quizás la leyenda más sangrienta sobre eclipses proviene de India "y no es para timoratos", dijo el director de planetario Mark Littman, de la Universidad de Tennessee.
Un demonio llamado Rahu trató de robarse el néctar de inmortalidad de los dioses, pero el Sol y la Luna lo reconocieron. Rahu comenzaba a beber el néctar cuando Vishnu le lanzó un disco que "le cercenó el cuello", dijo Littmann. El néctar estaba en la boca de Rahu, pero el resto del cuerpo desapareció. La cabeza inmortal persigue al Sol y la Luna por los cielos y "cuando los alcanza da un mordisco", pero como no tiene cuerpo, cuando se traga a la Luna o el Sol, éstos reaparecen.
Sexo
Un mito alemán dice que la Luna, que es un varón frío y vago, ignora las pasiones del Sol, que es hembra, durante casi todo el día, a excepción de algunos encuentros durante el eclipse, pero vuelven a discutir y el Sol vuelve a brillar, dijo Littman. En África occidental, el eclipse solar también ha sido visto como una cita furtiva y ocasional, pero con el Sol masculino y la Luna femenina, que apagan las luces por pudor.
Comidas
Como el Sol desaparece como una galleta siendo devorada lentamente, abundan los mitos relacionados con alimentos. Los nórdicos tenían un lobo que mordía el Sol. En otras partes ha sido un perro, un dragón, un pájaro y una serpiente del infierno. A menudo la bestia escupía el Sol porque es demasiado caliente.
Furia
Littmann dice que los indígenas Pomo en California hablaban de un oso que estaba caminando cuando se encontró con el Sol. Los dos se pelearon sobre quién tenía derecho a pasar y el oso, enfurecido, mordió al Sol y siguió mordiendo hasta que llegó la Luna al salvar el día.
Mentiras
Los pueblos andinos solían decir que la Luna susurraba mentiras en los oídos del Sol. Así que batían tambores y hacían aullar a los perros para alertar al Sol de que "la Luna miente y le miente al Sol" sobre los habitantes de la tierra, dijo Aveni.
Batallas
Un eclipse paró en seco una batalla entre los lidios y los medos hace más de 2 mil 500 años, de acuerdo con escritos del historiador griego Heródoto. "Los soldados de ambas partes estaban tan aterrorizados que dejaron de pelear" e hicieron las paces, con la hija del rey lidio casándose con el hijo del rey medo, dijo Littman.
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Unidad
Tenskwatawa, un profeta Shawnee de inicios del siglo XIX, estaba tratando de unificar las tribus en Indiana y Ohio. William Henry Harrison, gobernador del territorio de Indiana y más adelante presidente, trató de burlarse de sus gestiones. Le preguntó al profeta si podía realizar milagros y lo retó a "parar el Sol, alterar el curso de la Luna, cesar el flujo de los ríos y hacer que los muertos se levantaran". Tenkswatawa sabía del eclipse que se produciría el 16 de junio del 1806 y proclamó, vestido con todos sus atuendos, que iba a bloquear el Sol. El eclipseocurrió, "lo que fue muy vergonzoso para Harrison", dijo Littman.
Cálculos
Pero no todo en la antigüedad era superstición y mito. Los babilonios, los mayas y los chinos notaron miles de años atrás que había un patrón matemático en la ocurrencia de los eclipses y comenzaron a calcularlos. Notaron que el regreso de un eclipse a un mismo lugar tomaba 18 años y 11 días. "Si puedes predecir algo, no te asusta", dijo Littmann.
Demonios, dragones y vampiros: en la historia los eclipses solares desataron la imaginación
Un dragón se comió el sol o quizás lo hizo un sapo gigante, o un demonio. ¡Tal vez fuera un vampiro! Cuando el cielo se oscurecía en pleno día, las sociedades antiguas atribuían los eclipses solares a las más voraces criaturas.
Antes de desarrollar la ciencia, los seres humanos se servían de las supersticiones para explicar aterradores fenómenos como la repentina noche en pleno día, el descenso de las temperaturas y el silencio de los pájaros durante un eclipse total de sol.
Durante la antigüedad en China, las personas golpeaban tiestos para asustar al dragón que se había tragado el sol. Los aborígenes australianos tenían un chamán que lanzaba piedras sagradas y bumeranes al demonio.
"En general, los eclipses solares, en la era precientífica eran considerado como un mal augurio", comenta Robert Massey, director ejecutivo interino de la Real Sociedad Astronómica de Londres.
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"Eso no es sorprendente, si uno no sabía lo que estaba pasando, es fácil imaginar por qué se preocupaban tanto", dijo.
Recién cuando se pudo predecir de manera precisa el trayecto de la Luna en torno a la Tierra y de la Tierra en torno al Sol y las distancias entre los tres cuerpos, los eclipses totales se volvieron algo menos alarmante.
Los eclipses solares totales son un enigma difícil de resolver, ya que para que sucedan es necesario un alineamiento raro entre el Sol, la Luna y la Tierra.
La Luna orbita en torno a la Tierra en un ángulo ligeramente inclinado, por lo que la mayoría de las veces pasa o muy arriba o muy abajo como para cubrir al sol.
Pero más o menos una vez cada 18 meses, nuestro satélite pasa en el plano preciso para bloquear la luz del sol y proyectar la sombra sobre nuestro planeta.
Cazadores de eclipses
Para observar dos veces el fenómeno en el mismo lugar, habría que esperar varios cientos de años, lo que complicaba los primeros esfuerzos para descifrar estos acontecimientos.
Según los registros, hace 4 mil años ya hubo varios intentos, muchos de los cuales terminaron en fracaso.
Los estudiosos chinos Hi y Ho, conocidos como los "astrónomos borrachos", fueron ejecutados por orden del emperador cuando fallaron a la hora de predecir un eclipse en el año 2137 aC.
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El historiador griego Heródoto aseguró que Thales de Mileto predijo un eclipse en 585 aC que paralizó una sangrienta batalla. Los astrónomos modernos dudan que entonces fuera posible hacer este tipo de cálculos.
Pero a medida que avanzó el conocimiento, las predicciones de los eclipses ganaron en exactitud hacia la Edad Media.
"En el Renacimiento, definitivamente desde la invención del telescopio y con el trabajo de Copérnico, es difícil creer que hubiera mucha gente que todavía considerara los eclipses como un evento particularmente aterrador", indicó Massey.
Nicolás Copérnico, que murió en 1543, formuló un mapa del universo con el Sol y no la Tierra en su centro.
Pero recién en el siglo XVII y XVIII los astrónomos Johannes Kepler e Isaac Newton y Edmond Halley pudieron determinar la mecánica del sistema solar.
Esto hizo posible predecir en qué parte de la Tierra iba a ser visible un eclipse, abriendo una nueva era de cazadores de eclipses.
Durante cientos de años, los eclipses fueron la única forma de observar la atmósfera del Sol, su corona, y para aprender sobre su temperatura, su composición y sus propiedades magnéticas.
La corona que es invisible por el brillo del propio Sol, aparece durante los eclipses como unos anillos de luz en torno al disco negro que provoca la superposición de la Luna.
Actualmente los científicos pueden usar instrumentos como el coronógrafo para este estudio.
"Sin embargo, un fenómeno denominado difracción desdibuja la luz cerca del disco en el coronógrafo, lo que hace que sea difícil obtener fotos nítidas de las partes internas de la corona", según la NASA.
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"Entonces, los eclipses solares totales siguen siendo la única oportunidad de estudiar estas regiones de forma muy detallada bajo la luz visible", indicó.
En 1919 un eclipse total permitió al astrónomo británico Arthur Eddington confirmar la teoría general de la relatividad de Albert Einstein.
Equipos desplegados en Brasil y las islas Príncipe compararon la posición de las estrellas cerca del sol con fotografías previas de las ubicaciones, concluyendo que la gravedad del Sol curva la luz cuando pasa, como había indicado Einstein.
Actualmente los científicos pueden predecir eclipses con una precisión de menos de un segundo, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Los eclipses pueden ser percibidos como una celebración del racionalismo", declaró la ESA en un documento.
La Nasa, por su parte, ha publicado una lista en su página web de "ideas equivocadas respecto a los eclipses", que excluye que provoquen daños a los fetos, que envenenen la comida que se cocina mientras ocurren, o traigan mala suerte o enfermedades.
"Los eclipses solares totales son aterradores y su fantasmagórica corona verdosa parece estremecedora, por lo que es natural que la gente trame historias de miedo en torno a ellos", admitió la agencia espacial.