Entre el 6 y el 10 de septiembre se produjeron tres erupciones solares de gran magnitud, que fueron registradas por la NASA y otras instancias científicas. Por ello, MILENIO conversó con un experto en clima espacial sobre la posible relación entre estos fenómenos y los recientes sismos y huracanes que se han presentado en la Tierra.
El pasado miércoles 6 de septiembre, la NASA registró dos grandes erupciones solares en video, una de las cuales se describió como "la más intensa en los últimos diez años"; cuatro días después, el domingo 10 de septiembre, se registró otro evento semejante, el cual orilló a los astronautas de la Estación Espacial Internacional a refugiarse.
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Por ello, en días pasados MILENIO conversó con el doctor en ciencias Víctor de la Luz, quien trabaja en el Servicio de Clima Espacial México (SCiESMEX) y en el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), y aclaró importantes dudas sobre los efectos de estas fulguraciones en el planeta y en sus habitantes.
De la Luz empezó diciendo que septiembre fue un mes complicado en cuanto a fenómenos naturales, pues en una misma semana tuvimos un huracán categoría 5, un terremotos de escala mayor y, a mismo tiempo, pasamos por una tormenta geomagnética G4, todo en el mismo periodo. Después vino el temblor de 7.1 que azotó la porción central de México.
MILENIO: ¿Existe alguna relación entre estos eventos?
Víctor de la Luz: No, todo fue una coincidencia. Ninguno de los eventos está relacionado uno con otro, debido a que no existe una conexión física que los ligue: unos tienen que ver con tectónica de placas, el otro es un fenómeno hidrológico y la última es una perturbación del campo geomagnético terrestre causada por eventos fuera del planeta. Pero son eventos completamente independientes.
M: Entonces, ¿qué sí puede causar una tormenta geomagnética de esta magnitud?
VL: Los efectos de este fenómeno pueden percibirse, más bien, en la radiocomunicación y en los sistemas de posicionamiento global (GPS). Una tormenta geomagnética puede, en el peor de los escenarios, paralizar las redes eléctricas y de radiocomunicaciones del país. Afortunadamente, esta tormenta estuvo a un grado de convertirse en una de categoría G5 o extrema y no hubo consecuencias mayores.
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M: Estas tormentas, ¿afectan de algún modo a la población?
VL: Directamente, no. En los monitoreos que realizamos, detectamos perturbaciones en radiocomunicación (radiointerferencias) en bajas frecuencias, una tormenta ionosférica que afectó las radiocomunicaciones, variaciones en el campo geomagnético en el territorio nacional y un evento de rayos cósmicos.
Sin embargo, estos eventos no impactan directamente a la población, pero sí a la infraestructura del país. Por ello, estamos trabajando con la CFE y la SCT para evaluar la afectación real que podría tener en la infraestructura y, de ese modo, el impacto indirecto en la población.
M: Mucha gente recuerda la película '2012', en la que una erupción solar causa un cataclismo; ¿qué tan plausible es que suceda esto?
VL: Es pura ciencia ficción. No existe relación alguna entre una erupción solar y un movimiento de placas o del interior de la Tierra.
M: ¿Y las recientes pruebas nucleares que realizó Corea del Norte?
Esto hay que tomarlo con mucho cuidado. Cuando ocurre una explosión nuclear, ésta genera un sismo, pero es local y tiene una 'firma' completamente distinta a la de un sismo geológico: la profundidad y la mecánica son muy diferentes. No existe ninguna correlación entre una explosión atómica y, por ejemplo, un sismo de 8.2 grados, de modo que un evento nuclear de hace días no puede influir en los eventos geológicos recientes.
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M: ¿Hay algo que se pueda hacer para atenuar los efectos de las erupciones solares?
VL: Recientemente hubo una reforma a la Ley de Protección Civil, que considera a las tormentas geomagnéticas como un fenómeno que puede poner en riesgo lainfraestructura del país. Y ése es justamente el trabajo del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Nuestro propósito es establecer políticas públicas para mitigar el efecto del clima espacial en la infraestructura del país, así como aumentar la resilencia de la misma, además de comunicar científicamente a la población con respecto a estos temas y sus posibles efectos.
M: Por último, ¿dónde puede informarse la gente en torno a estos fenómenos?
Además de sitios científicos como el de la NASA, pueden consultar la página del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), donde realizamos investigación y monitoreo de las erpuciones solares y de otros eventos de clima espacial.
FM