General Motors México es una compañía que llegó a México en la década de los años 30 del siglo pasado, cuando se realizaba el ensamble de los modelos Club Coupé Sedán en instalaciones donde operaban 36 empleados.
Hoy General Motors México es el soporte de más de 20 mil familias directamente y de 150 mil empleos indirectos, facturando 24 mil millones de dólares al año; es el mayor productor de vehículos en el país, así como uno de los primeros exportadores de automóviles de México.
La pandemia por el nuevo coronavirus ha puesto un freno a sus actividades, lo cual, en palabras de su presidente en México, Francisco Garza, traerá un impacto económico, pero también modificaciones en las formas en que sus clientes adquieren vehículos, llevando a una aceleración de las ventas por internet.
¿Cómo se prepararon en General Motors para afrontar la crisis del coronavirus?
Ha sido una de las crisis más complejas en la industria automotriz, no solo en México sino a escala global, una crisis en la que modelar hacia adelante es muy complejo. Realmente estamos viviendo una época sin precedente, en la cual debemos tener la habilidad de navegar en un entorno complejo, como el actual. En General Motors veníamos preparándonos para un impacto severo en el continente americano, considerando que tenemos operaciones de manufactura y operación en Asia, en el mercado más importante global, que es China. Veíamos que la propagación sería una realidad y que en cada uno de los mercados donde estaba impactando iba dejando rastros importantes en cuanto a deterioro económico; la industria automotriz no era la excepción. Con el fin de proteger la salud de nuestra gente, de las familias, de las comunidades donde trabajamos, paramos nuestra operación días antes del acuerdo de emergencia nacional. México se ha convertido en una plataforma de manufactura importantísima del mundo. La demanda de los productos que fabricamos aquí se vio mermada por la situación.
General Motors se mostró proactivo para ayudar en la pandemia. En EU con la fabricación de respiradores y aquí con mascarillas. ¿Fue complicado cambiar la manufactura automotriz por un elemento de seguridad médica?
Cuando vimos el impacto importante que iba a traer el cierre de la actividad económica de México, considerando todo lo que ya se había vivido en otras geografías, establecimos un programa de cinco pilares para México. Primero, el cuidado de la salud de nuestra gente, por lo que decidimos hacer home office, mientras que aquellas actividades que debían seguir operando (en las instalaciones) lo hacían con estrictos protocolos de seguridad.
El segundo pilar fue el cuidado de la salud, pero de la empresa; implementamos decisiones como el recorte de costo estructural y la eliminación de viajes innecesarios. Tomamos decisiones importantes con el fin de proteger la rentabilidad y el flujo de caja de la operación en niveles óptimos, ante la situación que estamos viviendo. El tercer pilar es el moldeo de la política pública; que GM tuviera una voz importante dentro de nuestra relación con el gobierno, con el fin de que en todas las decisiones que tengan que ver con la reactivación económica, General Motors cuente con voz y dé su punto de vista al respecto. El cuarto punto es tener un proceso de comunicación amplia, tanto al interior como al exterior.
El quinto pilar es el de responsabilidad social y ha sido una estrategia fabulosa. Desde que se puso en la mesa la idea de fabricar mascarillas, hasta que hicimos la primera, pasaron 17 días; la labor del equipo para la compra de la maquinaria, localizar proveedores para materia prima, convertir nuestras instalaciones en un cuarto limpio tipo ISO 8 para fabricar las mascarillas, capacitar a nuestra gente para la fabricación de estas, seleccionar a los beneficiarios de las mascarillas, obtener los permisos de Cofepris y de la Secretaría de Salud para ejecutar este proyecto, fue una labor increíble de un grupo de personas dentro de la organización, que hizo posible que este proyecto se hiciera realidad. Decidimos ejecutar la fabricación de mascarillas quirúrgicas tipo N1, con el fin de regresar un poco lo mucho que nos ha dado este país. Decidimos apoyar a México, a través de esta planta de producción que está en Toluca. Hoy alrededor de 90 personas se encargan de ello.
¿Qué esperaban lograr con esta decisión?
La producción iba a tener tres fines; el primero para el cuidado de nuestra gente, ahora que regresamos a operar, también decidimos apoyar a socios comerciales en México, Centroamérica y el Caribe. Y el tercero, y más importante, es que la mayor parte de la producción se dona a hospitales públicos que están localizados en estados de la República donde tenemos operaciones (Coahuila, San Luis Potosí, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México), a los que ya enviamos las primeras producciones. Cada vez que llegamos a entregar hay muestras de agradecimiento por la labor que estamos haciendo; nos sentimos orgullosos, es una inversión puramente para aportar a México. Estoy muy orgulloso de lo que el equipo hizo, un gran trabajo para poner esto en marcha en un tiempo récord.
¿Cómo crees que impactará el coronavirus en la forma en que los clientes compran automóviles?
Esto tiene diferentes aristas y lo veíamos venir en nuestros clientes, no solo en nuestra industria sino en otras, donde estaban migrando a ritmos acelerados para adquirir prácticamente todos los productos de consumo a través de mecanismos de plataformas electrónicas. Creo que esta pandemia está acelerando el proceso de adopción de nuevas tecnologías para la compra de vehículos. Esto no quiere decir que, a partir de mañana, todos nuestros clientes se van a volcar a adquirir sus vehículos a través de plataformas digitales o comercio electrónico; considero que una gran parte de la población va a seguir prefiriendo ir al distribuidor, hacer una prueba de manejo, ver la calidad de los materiales, entender las ventajas de todos los mecanismos de seguridad, la tecnología, el sistema de infoentretenimiento, va a querer seguir teniendo el contacto con el vehículo, pero creo que una parte importante de la población adoptará mecanismos electrónicos.
La industria automotriz empezará a migrar rápidamente a la adquisición de vehículos a través de estas plataformas. Estamos bien preparados, hemos trabajado por mucho tiempo en esto que ya es una realidad en Estados Unidos, donde hoy tenemos una plataforma en la que, prácticamente, puedes hacer toda la transacción de adquirir tu vehículo en línea y estamos adoptando todas esas tecnologías a nuestro país. Como todas las industrias, habrá un cambio en lo que es antes y después del covid-19.
¿Y en el aspecto de movilidad veremos un cambio?
Lo ves en mercados que ya se están reactivando, en donde los temas de movilidad han cambiado. Hoy en día, si lo han visto, la sana distancia en China no era algo que se practicara normalmente; posterior al covid-19, la gente está buscando alternativas de movilidad, ya no quiere viajar en transporte público, porque está muy congestionado y está migrando a adquirir vehículos nuevos; el asunto de vehículos compartidos está teniendo también impacto en la visión de nuestros clientes, sobre todo en el corto plazo. Quizá nuestros clientes vayan a decidir utilizar movilidad alternativa, como bicicletas, motocicletas, subirse a vehículos compartidos, con el fin de evitar el transporte público.
La industria automotriz es parte importante de la economía mexicana. ¿Cómo le impactará esta crisis?
La industria automotriz es el motor y ha sido el motor de la generación de riqueza del país por muchos años. Representamos, como industria, cerca de 3 por ciento del producto interno bruto, un casi 19 por ciento del producto interno del sector manufacturero. El sector genera más de 2 millones de empleos en el país y es el que más inversión extranjera directa ha traído en los últimos años. La generación de divisas por la exportación del sector es importantísima en la economía nacional. Estamos pasando por una etapa compleja y quiero ser responsable con mis comentarios: veo a una industria que va a estar cercana al millón de unidades.
Dentro de nuestros pronósticos al inicio de 2020 pensábamos que íbamos a estar cercanos al millón 430 mil unidades, esto hace que hoy tenga un impacto de 30 por ciento en nuestra actividad comercial dentro del país. Mi punto de vista es que tendremos una recuperación en U y eso lo podemos leer en las acciones que se están tomando para la reactivación económica del país. Creemos que el segundo trimestre será muy complejo; estamos contemplando una caída de entre 55 y 60 por ciento en la industria del mercado doméstico comparado año contra año. Siendo responsable, pienso que va a ser una de las crisis más complejas que ha enfrentado la industria, quizá un poco más que la financiera de 2008-2009.
Creo que vamos a ver una desaceleración importante en el segundo trimestre y un regreso lento a finales del año, y esperamos que en 2021 pueda reactivarse el sector automotor. Hoy somos el cuarto exportador y el séptimo productor global, eso ha sido con base al trabajo de la industria, alineado con la política pública del país.
PerfilFrancisco Garza
Perfil
CEO de General Motors MéxicoLlegó al grupo automotriz en 1998 y desarrolló su trayectoria como vicepresidente de ventas, servicios y mercadotecnia, para finalmente asumir el liderazgo de la compañía el 1 de septiembre de 2019.
ledz