Presea editorial para Héctor Aguilar Camín

“El espíritu colegiado del mundo editorial moderó siempre mi soberbia como autor individual”, dijo al recibir el Premio Juan Pablos.

“Comencé mi vida profesional con la doble franquicia de autor y editor”, dijo el escritor.
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

El nombre de Héctor Aguilar Camín está inscrito en la placa de los fundadores de algunos de los proyectos editoriales y periodísticos más importantes de las últimas cuatro décadas. Pero quizá sea su presencia en dos los que marcan esa doble faceta en la que se ha desarrollado: la revista Nexos y Ediciones Cal y Arena.

Esta labor fue reconocida por el Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), cuando decidieron otorgarle el Premio Juan Pablos al Mérito Editorial. Aguilar Camín recibió el premio la noche del jueves, en una ceremonia celebrada en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo.

“Comencé mi vida profesional en esta industria con la doble franquicia de autor y editor, desde principios de los años setenta del siglo pasado, en el suplemento La cultura en México, de la revista Siempre!, con Carlos Monsiváis, Vicente Rojo, Carlos Pereyra, Rolando Cordera, Jorge Aguilar Mora, Héctor Manjarrez, David Huerta y José Joaquín Blanco”.

Luego de recibir el reconocimiento por sus aportaciones a la industria editorial, otorgado desde hace 39 años, el colaborador de MILENIO centró buena parte de su discurso de agradecimiento en su presencia en Nexos, donde ha vivido 40 años: “la he visto nacer, crecer, madurar, envejecer y renovarse”.

“He visto pasar por Nexos a tres generaciones de autores y editores, y nada ha cambiado del espíritu fundador de la revista: la obsesión de Enrique Florescano por romper el cerco de la cultura académica y sacar el conocimiento especializado a los diarios, a la calle, al presente, a la realidad”.

Aguilar Camín habló de su doble faceta como escritor y como editor. “El espíritu colegiado del mundo editorial moderó siempre mi soberbia como autor individual, pero su diversidad y su riqueza me permitieron escoger con soberbia de autor individual el campo editorial de mis preferencias: he escrito y editado lo que he querido, sin otras limitaciones que las mías, en el seno generoso, pujante y diverso de la industria editorial que me tocó”.

En la ceremonia, Carlos Anaya Rosique, presidente de la Caniem, presentó un plan para crear nuevas librerías, pero con el apoyo de todos los sectores de la industria.

El reto planteado al Estado, editores e inversionistas, es que para 2018 haya una librería en cada uno de los más de dos mil municipios del país. “El proyecto no debe ser limitado por la miopía de la ‘pertinencia y racionalidad económica’: la cultura escrita es, sobre todo, una cultura de la paz, y hoy ésta es una necesidad, sin lugar a dudas”, aseguró Anaya Rosique.

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