“Leer es revolucionario”: Carlo Feltrinelli

El editor italiano asegura que no da órdenes en Anagrama; la relación con el sello español es de “complicidad” con el “último de los mohicanos”, Jorge Herralde.

La editorial italiana fue la primera en traducir a ese idioma a Gabriel García Márquez y otros autores latinoamericanos.
Jesús Alejo Santiago
México /

Se le puede llamar empresario cultural, pero tiene mucho de editor y de librero a la manera antigua: heredero de una de las tradiciones editoriales más importantes en la Italia de la segunda mitad del siglo XX, Carlo Feltrinelli ha logrado sumar todo un grupo de medios, que incluye televisoras, 119 libre­rías, una fundación y ahora el control de editorial Anagrama, que compró en 2010.

“En la lucha contra la irrelevancia hay que hacer muchas cosas; el corazón de todo son la editorial y las librerías. Hemos hecho una fundación muy importante en Milán que se ocupa de política, del futuro del trabajo, de los efectos sociales de la globalización… Es un modelo para construir una plataforma que conecte a personas, inteligencias, que sea centro de intereses. Es una lucha importante, porque hoy no basta con publicar un libro, hay que hacer muchas cosas: hay que trabajar con las redes sociales, con muchos interlocutores diferentes”, explica el editor italiano.

Los esfuerzos de Feltrinelli (1962) parten de un convencimiento: Italia es un país con una tradición cultural muy fuerte, pero tras 25 años de Berlusconi en distintas áreas del poder ha bajado mucho el nivel cultural, por lo que, dice, “mi partido es Feltrinelli: toda mi energía está puesta en desarrollar el proyecto, continuar con las librerías, produciendo ideas nuevas, buscando autores de calidad.

“Pienso que ese es el único remedio; no tengo otra arma más que ésta y quiero hacerlo con mucha convicción: patria o muerte”, asegura durante una entrevista para MILENIO, en especial porque con todo el ruido que existe en la actualidad leer se ha convertido en una actitud revolucionaria, “porque toma tiempo para tu propio disfrute”.

“En un momento en que todo mundo está conectado 24 por 24, leer es revolucionario. El libro es el instrumento más sofisticado por la profundidad intelectual… Los editores temerarios y de calidad tienen un papel importantísimo; esta es mi convicción, aunque se trata de una lucha difícil: en la historia siempre hay momentos en que las cosas bajan y luego llegan nuevas ideas, mas el libro es el instrumento más eficaz para la circulación de las ideas”.

Continuidad cultural

La primera traducción de Gabriel García Márquez fue de Editorial Feltrinelli, fundada por Giangiacomo Feltrinelli en 1955; antes ya habían traducido a Juan Rulfo, a Miguel Ángel Asturias, a Manuel Escorza, y hoy día sigue con esa apuesta de publicar autores de América Latina.

“Esta obsesión de buscar autores nuevos es la gran afinidad con Anagrama: el mismo estilo, la misma idea. Tenemos muchos autores en común. Esta aventura es para nosotros un proyecto maravilloso. Loco, porque no es típico: como lo ha dicho Jorge Herralde, somos los últimos mohicanos, y que ahora estemos juntos en un proyecto es maravilloso, es una aventura fantástica”.

De ahí la vinculación existente entre Feltrinelli y Anagrama, a las que define como “proteínas nobles de un sistema cultural. Hay que defender eso, hay que continuar con las editoriales de manera exitosa”, una labor que no solo es importante para el mundo del libro, para la continuidad cultural, sino incluso para la democracia.

“Herralde mismo ha dicho que cuando fundó Anagrama el modelo era Feltrinelli. Esa es la combinación de todos esos elementos. Es una colaboración muy feliz, muy sencilla; ahora con Silvia Sessé como directora editorial, tenemos un estilo de trabajo con muchas complicidades, además de que poseemos una experiencia muy fuerte en Italia que ponemos al servicio de Anagrama, en una relación en la que no se dan órdenes”.

Feltrinelli dice que está terminando su periodo de aprendizaje, porque lo primero fue conocer cómo funciona la dinámica de trabajo de la editorial en España y América Latina, “porque los países son diferentes, y en estos años de transición ha sido muy importante aprender cómo se trabaja en la realidad”, por lo cual se dieron cambios en la gestión del sello en América Latina, en México bajo la coordinación de Lluisa Matarrodona.

En 2019 se cumple el medio siglo de existencia de Anagrama y el editor lo tiene muy presente, al grado de que promete que la celebración será con un programa de trabajo muy exitoso.

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