Les Luthiers: 10 momentos de Rabinovich para morir de risa

El luthier más simpático habría cumplido hoy 73 años. Lo recordamos con sus momentos más hilarantes, desde el entrañable Manuel Darío hasta la maravillosa Esther Píscore.

Daniel Rabinovich.
Ángel Soto
Ciudad de México /

La muerte de Daniel Rabinovich en agosto de 2015 fue una estocada en el corazón de miles de amantes de Les Luthiers. No pocos considerábamos al Neneco —como cariñosamente lo llamaban— como nuestro luthier favorito.

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Un gesto suyo sobre el escenario era suficiente para provocarnos carcajadas desmesuradas. En el día de su cumpleaños, recordamos los momentos más hilarantes del humorista bonaerense.

1. Manuel Darío

—Manuel Darío es mi seudónimo, como el poeta, el de las rimas de Beckett: Y yo que la llevé al río sabiendo que era mozuela… Ser o no ser y tantas otras.


2. El poeta y el eco

—¿Qué le pasa?

—Es que hablando de las ovejas me acordé de mi perro. Todavía hoy me parece oírlo, cuando venía y me decía: Achtung. Eine Kugel kam geflogen.Da steht ein Lindenbaum

—¿Su perro le decía eso?

—Pastor alemán.


3. Payada de la vaca

El inolvidable “no me asusta el acertijo”


4. Ya no te amo, Raúl

—El final no fue tan bello, te fuiste sin dejar huella. No te importó para nada que yo fuera doncello… Me dejaste dinero, me trataste como un cualquiero. Pensaste que yo era sólo un vulgar ramero.


5. Me engañaste una vez más

—En cualquier lugar del mundo resuena un tango y a su alrededor se levanta un murmullo: “¡Cuidado, argentinos!”


6. Perdónala

—No querría con Ester seguir viviendo, ya no puedo perdonar a esa muchacha. Esa tarde cuando ya se estaba yendo me persiguió por la casa con un hacha.


7. El bolero de los celos

—Desde aquella tarde en que la conocí mi vida ha cambiado. Paso el día vigilándola furtivo, estoy trastornado. Intercepto sus llamadas y sus cartas reviso indiscreto. He instalado un micrófono en su cuarto, entre ella y yo no hay secretos.


8. Lo que el Sheriff se contó

Cantinero, una vuelta del mejor whisky para todos los hombres que hay aquí.
¡Gracias!
¡Para los hombres, dije! Al Sheriff sírvale una copa de leche.
Oye, Rick, aquí no queremos forajidos. Mejor monta tu caballo y sal del pueblo.
¿Cómo dices, payaso?
Pasteurizada, cantinero.


9. El acto en Banania

—Podríamos llegar a admirarlo siempre. ¿Y cuándo tomaremos? ... siempre y cuando tomáramos... tomáramos en cuenta su tenaza... su tenaz ambición. Tenaz, en medio no hay nada, ambición.




10. El negro quiere bailar

—This is the pencil of Esther Píscore.


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