Editorial Oceano presentó este lunes Los XV de Xavier Velasco, Quince Años de papel. Se trata de un relanzamiento de toda su obra que incluye novedades que se agregan a su biblioteca. En entrevista para Milenio Jalisco en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, el escritor compartió que en el recuento de estos tres lustros de carrera, "en términos estrictos el único libro que me importa es el que esté escribiendo en ese momento, el que me mantiene alerta, con un poco de miedo o entusiasmo y cuando entrego un libro en imprenta ya la lo veo como una exnovia, como algo que no me preocupa ya.
"Sin embargo, salgo al presentarlo, convivo con los lectores, que me cuentan lo que leyeron, que no siempre es lo mismo que yo creo haber escrito. Hay un proceso de enriquecimiento en ese sentido. Sucede también que hay lectores que me dicen que no encuentran uno de mis libros, y entonces el hecho de que reaparezcan de pronto, como en esta colección y forma parte de lo que uno es responsable de hacer con los lectores, no es una gratificación personal.
El autor de Diablo guardián dijo que para él, ser escritor “supone una responsabilidad, pero más que nada es un privilegio, es algo por lo que uno sueña durante muchos años de su vida. Realizar cualquier trabajo mientras sueñas en vivir solamente de los libros.Porque la escritura es celosa, no admite otras distracciones, no le gusta que tengas otro trabajo y te pongas a pensar en eso, y para mí el concepto de escritor sí ha cambiado.
"Cuando tenía 20 años decía que era mi vocación y tenía una serie de idealizaciones al respecto, creí que publicando uno, todo sería más fácil y no fue así, y porque no quieres. Uno no quiere que una novela sea fácil de escribirse, porque la vida consiste en eso, en complicársela. Si se me cayeron varias idealizaciones, pero al final sigue siendo lo mismo, uno entrega todo lo que puede a un libro y trata de hacer el menor ridículo posible".
Siempre sonriente y atento como en cada encuentro que tenemos con él, confiesa: "No sé cuál sea el perfecto estado de ánimo para escribir, es como una gana de hacerlo, pero no siempre llega solo. A veces siento que debo estar tres horas papaloteando a esperar a que llegue una idea de lo que quieres hacer. Lo que sí, es que no puedo enojarme, así no puedo escribir, contento o triste no hay problema, pero en ese momento quieres que el mundo te cobre lo que pasó. Es un estado de gracia que te permite escribir pero no lo comprendo de todo. Me gusta escribir por ejemplo cuando voy al peluquero, pero me gustaría saber cómo provocarlo para poder producir más".
Este relanzamiento es evidencia de que su obra comienza a pasar la prueba del tiempo pero él no está tan seguro. "Creo que no hay garantías sobre el tiempo que puede vivir un libro, cuando era niño pensaba que las cosas no se agotaban. La memoria del ser humano es más corta, me gustaría preguntarles a mis amigos millenials cuantos números de teléfono recuerdan", bromea."Entonces uno debe luchar contra la desmemoria imperante y aparte ahora hay muchas tentaciones y solo una de ellas es sentarse a leer, pero el olvido está a la vuelta de la esquina. Los libros la tienen difícil, asi que en la medida que pueda poner mi granito de arena para que sigan ahí lo haré".
En la colección que contiene El materialismo histérico, Luna llena en las rocas, Éste que ves, Puedo explicarlo todo y La edad de la punzada por enero se agregará Diablo guardián y más adelante un volumen de cartas, un genero que practica poco y le tiene emocionado.
SRN