Hay que recuperar la memoria con literatura: Carlos Pascual

Su novela 'Memorial de cruces' retoma un pasaje de la historia mexicana, la guerra cristera; el escritor relaciona ese hecho con la discriminación sexual que se vive en el presente.

Carlos Pascual, autor de 'Memorial de cruces'
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Hace un par de años, cuando Carlos Pascual comenzó la escritura de la novela Memorial de cruces, la posición de la Iglesia católica frente a ciertos temas de la vida cotidiana parecía darle la razón a su esfuerzo por recuperar un pasaje de la historia mexicana: la guerra cristera, con un enfoque alejado de la lucha entre buenos y malos.

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Lo sucedido los últimos días en torno a la iniciativa presidencial por el matrimonio igualitario no ha hecho más que confirmar, dice el autor, la necesidad de recuperar la memoria a través de la literatura.

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Memorial de cruces es una historia puenteada hacia nuestro presente, porque busco que el lector actual se pueda ver reflejado, de recordarle que se trata de temas vigentes, como lo vemos con las discusiones en torno al matrimonio igualitario, donde estamos ante una jerarquía eclesiástica azuzando a la gente y ante un gobierno incapaz de poner un freno y hacer respetar la ley, lo que sí quiso hacer el presidente Calles”, asegura el escritor.

La apuesta de Pascual con la novela es enfrentar dos visiones y una sola realidad, donde la guerra cristera se plantea como un enfrentamiento entre una visión racionalista y una eclesiástica, convencido de que se había producido una literatura maniquea sobre el tema: a favor o en contra, absolutamente.

“Quise hacer una revisión imparcial, sin dejar de lado mis gustos y mis fobias; algo que no fuera maniqueo; al mismo tiempo busqué alejarme de un lenguaje, de una forma de estructurar la novela muy de esa época, de lo que conocemos como ‘novela de la revolución’, porque para el presente escribir una historia con ese estilo resultaría anacrónico”.

Escribir una novela contemporánea sobre un tema histórico fue el principal desafío, a fin de no ofrecer una especie de tratamiento folclórico del tema, pero en el proceso de escritura también se atravesó otro objetivo: hacer una novela sin personajes de ficción.

“Todos los aconteceres, todas las pasiones, los golpes de suerte, los giros de tuerca, son absolutamente verídicos. Quise construir una gran historia, entrañable, fuerte, dura, irónica, pero con los personajes reales”.

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Mirada bíblica

Memorial de cruces (Grijalbo, 2016) tiene un subtítulo que refleja otra de las propuestas del escritor: “Libro de las revelaciones de la guerra cristera”, una especie de adelanto de la estructura bíblica de la novela, habida cuenta de que abordaba un tema vinculado con nuestra educación judeocristiana, con lo que dividió la novela en capítulos como “Génesis”, “Diluvio”, “Éxodo”...

“Además, el narrador de la historia es la muerte y, más allá de imitar lo que otros han hecho, hice la elección porque a la muerte no le importa la Iglesia ni el gobierno, ni si Calles o los sacerdotes eran los buenos. Eso me dio distancia”.

Con el interés de reflejar la vigencia del tema, sobre la narración coloca notas periodísticas y documentos históricos, “salmos”, como los llamó mientras escribía la novela, que “sirven para confirmar lo que acabo de desarrollar en el capítulo anterior o anuncian lo que voy a desarrollar en el que sigue”.

“Sí fue un trabajo arduo para hacer una novela diferente acerca de la guerra cristera, en donde también se hablara de temas que no habían sido abordados en el pasado, como la injerencia de Estados Unidos, la participación del embajador estadunidense y el espionaje”, asegura Pascual, cuyo interés por el tema se generó durante la escritura de un guión para televisión, para el que contó con la asesoría histórica de Jean Meyer, quizá el mayor especialista acerca de la guerra cristera.


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