Los Aterciopelados hicieron conectarse con lo básico en el Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera.
Con sus canciones de ritmo contagioso, volvieron a la esencia, alejaron lo que dicen que es éxito y lo que la moda asegura que es bello:
La mujer es más que un par de tetas y un culo, como ha sido reducida, expresó la vocalista, Andrea Echeverri.
Sus ritmos de rock combinados con sonidos folclóricos, contagiaron de alegría a los miles de espectadores que acudieron para escuchar en vivo a la banda colombiana que desde su peculiar estilo rechaza los estereotipos y para quienes en la naturaleza y en el reconocer la cultura de cada uno es donde está lo importante de la vida.
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"No más violaciones, no más femicidios", pidió la líder de la banda y quien en conferencia previa mencionó que esta cultura actual, tan sexualizada, condimenta más la violencia contra las mujeres.
"Una sociedad igualitaria tiene que ser basada en el respeto, no en la venta de sexo; que al final las mujeres somos el cuerpo que representa a todo este comercio y eso se vuelve a más violencia hacia nosotras".
"Maligno" fue la primer canción que tocaron: le siguieron piezas como "Yo amo mis piernas", "Rompecabezas", "Baracunatana", "El álbum" y "Bolero Falaz".
Pero también ofrecieron el cover de "He venido a pedirte perdón" de Juan Gabriel, un tema en homenaje a Café Tacvba y "Mátenme porque me muero" de Caifanes.
Sobre el imperialista Estados Unidos que "nos tiene jodidos", Echeverri dijo: "si quieren hacer el muro que lo hagan. ¿quién quiere ir allá?" Y enseguida cantaron "Semilla nativa".
Atercipelados encuentra coincidencias no gratas entre México y Colombia, como la violencia que pasaron antes del proceso de paz que están viviendo y que es complicado pero esperanzador. En ese sentido la música resulta siempre algo positivo.
LC