Hubo una época en que la temporada de premios se había vuelto predecible en lo que respecta a las categorías musicales. Los gigantes de la composición para cine eran una constante infalible en cada ceremonia: John Williams, Danny Elfman, Howard Shore, Hans Zimmer y unos cuantos más conformaban el pequeño círculo de músicos en Hollywood que siempre se repartían los galardones.
Pero en años recientes ha surgido una generación atrevida; jóvenes compositores que han tenido la desfachatez de experimentar con los recursos del cine y que no temen desequilibrar los paradigmas que sus antecesores establecieron.
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Los ocho compositores nominados a los Globos de Oro de este año son la prueba de ello. Sus nombres resultan prácticamente inéditos en la industria y las películas por las que fueron nominados muestran una narrativa trasgresora, una cualidad que también comparte su música.
Hagamos un repaso veloz a cada uno de ellos:
- Justin Hurwitz | La La Land
Comencemos por el gran favorito. Hurwitz conoció al director Damien Chazelle cuando ambos estudiaban música. Desde entonces no han dejado de colaborar juntos.
En 2014, Hurwitz deslumbró a la crítica especializada con la música que compuso para Whiplash. El papel musical protagónico lo ocuparon algunos clásicos del jazz como ‘Caravan’ —compuesta por Juan Tizol y Duke Ellington— por lo que su música quizá pudo pasar a segundo plano. Sin embargo, en ese soundtrack ya había arrojado chispazos de su potencial creativo y la fluidez con que domina el sentido narrativo del cine desde la música.
La música que compuso para La La Land parece consagrarlo como uno de los nuevos titanes de la música para cine. Con un estilo que recurre a los viejos clásicos del jazz más fino del siglo XX, pero con una apariencia renovada (sin mencionar que encontró el registro musical perfecto para Ryan Gosling y Emma Stone, que lucen como verdaderos profesionales del swing cuando interpretan su música), Hruwitz ha logrado que varios reconocimientos lo avalen: ha ganado prácticamente todos los premios de la crítica especializada en Estados Unidos y se perfila como el favorito para los Globos de Oro y, por supuesto, para los Oscar.
- Nicholas Britell | Moonlight
Britell ha ido escalando con pasos pequeños pero firmes. Entre sus composiciones más notables están las que hizo para The Big Short —conocida en México como La gran apuesta— y la música adicional de 12 años esclavo, cinta en la que colaboró con Hans Zimmer.
En Moonlight, su música acompaña la historia de un joven negro que debe lidiar con sus conflictos familiares y, al mismo tiempo, descubrir su sexualidad.
La música presume un sonido sofisticado e hipnótico, capaz de envolver a la cinta con una atmósfera que termina transportando a los espectadores a las emociones más íntimas del protagonista.
Dato: Britell fue coproductor de Whiplash cuya música, como ya he escrito, fue compuesta por su ahora rival de categoría, Justin Hurwitz.
- Jóhann Jóhannson | Arrival
Este compositor islandés ha sabido hacerse un nombre con relativa velocidad. Aunque el comienzo de su producción discográfica se registra en 2002, fue hasta diez años después —en 2012— cuando compuso su primer soundtrack. En menos de cinco años, su historial ya puede presumir de dos nominaciones al BAFTA y otras dos al Oscar por la música que realizó para La teoría del todo —por la que ya ganó un Globo de Oro— y Sicario.
En Arrival, Jóhannson entrega un sonido enigmático que convierte el tono de ciencia ficción de la película en una especie de reflexión metafísica, que no teme descuidar el suspenso para dar prioridad al aspecto emotivo de la historia.
La polémica acompaña a esta banda sonora, pues hace unas semanas se supo que no podrá aspirar al Oscar porque, según la norma 15 II E del reglamento de elegibilidad de la Academia, un soundtrack no puede ser nominado si en él se utilizó música escrita con anterioridad, o si su predominancia se ve disminuida por el uso de canciones que no fueron compuestas específicamente para la película.
- Dustin O’Halloran, Hauschka | Lion
O’Halloran ha estado ligado a la industria cinematográfica casi desde el inicio del nuevo milenio, pero por lo general en películas con poca proyección mediática. De manera paralela ha gestado una trayectoria sólida en la música contemporánea con tendencia minimalista y neoclásica.
Comenzó a atraer los reflectores con la música que compuso para la serie original de Amazon, Transparent, por la que ganó el Emmy al mejor tema principal.
Por su parte, Volker Bertelmann —mejor conocido como Hauschka— es un compositor y pianista de origen alemán con nula trayectoria en música para cine, pero amplio reconocimiento en la música contemporánea. Su línea creativa destaca, sobre todo, por retomar la técnica del piano preparado, que patentó John Cage, y que resalta en varios momentos de la película.
Para ambos, ésta es la primera nominación al Globo de Oro.
- Hans Zimmer, Pharrell Williams, Benjamin Wallfisch | Hidden Figures
Hans Zimmer es un veterano de la música en el cine. Sin embargo, siempre ha disfrutado del trabajo en equipo. En años recientes ha colaborado con numerosos compositores que, con el tiempo, se han convertido en figuras del gremio.
En este trío hay dos revelaciones: por un lado Pharrell Williams —que parece consolidar su vocación de productor y creador de manera paralela a la de intérprete— y, por otro, Wallfisch, un compositor y director de orquesta británico que llamó la atención del mundo cinematográfico en 2016 con el score de la película de terror Lights Out.
Desde su debut cinematográfico, Wallfisch causó expectación: por la música de la película Dear Wendy ganó el premio Robert, considerado el Oscar del cine danés.
He aquí ocho compositores, cinco películas, una competencia entramada e inédita. ¿Quién ganará? Descubrámoslo.
ASS