- Childish Gambino — Awaken, My Love!
Además de ser actor de películas como El Marciano y Los Muppets, así como guionista de programas de televisión como 30 Rock y Community, Donald Glover se ha tomado el tiempo para explorar el mundo del rap, funk y soul con su proyecto Childish Gambino.
Su más reciente producción, Awaken, My Love logra posicionarlo como uno de los artistas más propositivos de la música alternativa. Su sonido funk es capaz de transportar a cualquiera a los 60, pero con beats y sintetizadores contemporáneos.
Pero no desenpolves los pantalones acampanados, el funk de Childish Gambino es mucho más relajado y tranquilo, cualidades que muestra en canciones como “Redbone” o “Me and Your Mama”.
- Soundgarden — Badmotorfinger
Ha pasado poco más de un cuarto de siglo desde que este álbum —el tercero en la discografía de Soundgarden— vio la luz. La escena del grunge —ese movimiento musical y de moda “alternativa” nacido en Seattle y que dominó la parte media de la década de los noventa—, al menos en nuestro país, era más reconocido por bandas como Nirvana o Pearl Jam; sin embargo, la banda conformada por Chris Cornell, Kim Thayil, Ben Shepherd y Matt Cameron fue uno de los pilares de ésta, que quizá fue la última ola del rock realmente rebelde, contestatario e inconforme.
Badmotorfinger es un álbum denso, energético, depresivo, que da pocas concesiones a quien lo escucha. En ese momento, la banda estaba en plenitud de facultades musicales, y la voz de Cornell era prodigiosa, con un rango y un alcance impresionantes, y sus alaridos parecían provenir, más que de la garganta, de su alma desgarrada. Algo así como Deep Purple en la época de Ian Gillan. Lástima que, con el éxito, el que fuera el mejor cantante de su generación parece haber perdido muchas agallas —junto con la cabellera.
Cuando el grunge estaba en el candelero, el único track de esta producción que llegó a las listas de popularidad fue “Outshined”, que significa algo así como deslucido. Pero Soundgarden es mucho más que eso y que los hits que le siguieron —canciones más complacientes como “Black Hole Sun” y “Spoonman”, del Superunknown (1994)—; la adrenalina de quien desesperadamente busca escapar —“Rusty Cage”—, el rechazo al perdón y a la salvación del alma que algunos prometen —“Jesus Christ Pose”—, y la desesperanza del aislamiento social —“Room A Thousand Years Wide”— todo está en este álbum que difícilmente te deja escapar.
- Diego El Cigala — Indestructible
Aunque El Cigala sabe que es, irremediablemente, un cantaor de flamenco, lleva varios años desafiando sus propios modelos musicales: en 2003, Lágrimas Negras —el disco que grabó con Bebo Valdés— recibió un Latin Grammy. Indestructible, su más reciente aventura discográfica, parte de una pregunta simple sólo en apariencia: ¿Qué es la salsa?
A Diego la pasión por el género le nació en la infancia. Cuenta que su padre volvía de sus numerosos viajes a Latinoamérica cargado de discos con los últimos éxitos de los titanes: El Gran Combo de Puerto Rico, Antonio Machín, Lucho Gatica, entre otros.
Indestructible es también un viaje por las cunas de la salsa. “Me fui a encontrar con culturas musicales diferentes, pero que todas tienen que ver con la palabra salsa”, ha dicho el propio Diego.
Con perseverancia de antropólogo, se propuso rastrear los orígenes de la salsa en ciudades como San Juan, en Puerto Rico, Cali, en Colombia, Miami, Nueva York y La Habana.
Entre sus colaboradores están hay figuras como Oscar D'León e integrantes de Fania All Stars.
Indestructible fue nominado a los Premios Billboard de Música Latina en la categoría de Tropical Albums.
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