Rivera y Picasso, sus coincidencias y divergencias

La mutua influencia entre ambos creadores plásticos, sus respectivas tradiciones y la disputa artística estarán en la muestra "Conversaciones a través del tiempo".

México /

Así como el pincel y la paleta de Pablo Picasso (España, 1881-Francia, 1973), ejercieron una gran influencia en Diego Rivera (Guanajuato, 1886-Ciudad de México, 1957), quien exploró el cubismo, también el pintor mexicano marcó con su obra mural al creador español. El resultado fue Guernica, una de las máximas obras de Picasso, realizada en 1937.

Con esta reflexión, el curador Juan Coronel Rivera aseguró que estos artistas se reencontrarán en la exposición Picasso y Rivera: conversaciones a través del tiempo, la cual podrá ser visitada a partir del 9 de junio y hasta el 17 de septiembre en el Palacio de Bellas Artes.

“Es importante recordar que, si bien en 1907 y 1913 Diego Rivera estaba estudiando el cubismo, de 1921 a 1930 Picasso experimentaba con el muralismo. Fue gracias a esta aportación estética que México hizo al mundo que resolvió el Guernica, su gran pieza. Entonces vemos cómo Rivera se apropió de una invención de Picasso, y luego éste se apropia de la obra del muralista más visible, el que exporta al muralismo”, apuntó Coronel Rivera.

Después de haberse presentado en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, en Estados Unidos, la muestra, que realiza una comparación entre las trayectorias de Picasso y de Rivera, los vuelve a unir tras su desencuentro. Pero la intención de los organizadores no es abordar este tema, aclaró Coronel Rivera, historiador de arte y nieto del muralista.

La exhibición no es comparativa sino un ejercicio de ideas de filosofía del arte. El planteamiento central es exponer cómo estos dos artistas crearon desde sus respectivas tradiciones: Picasso, la antigüedad clásica griega y romana, y Rivera lo precolombino. Esta es una de las aportaciones importantes de esta exposición, subrayó Coronel Rivera durante el anuncio de la exhibición.

La muestra no tiene la intención de hacer énfasis en la ruptura entre ambos artistas, aunque sí se llegarán a mencionar las razones de su alejamiento. El rompimiento se dio luego de que Rivera descubriera la manera de pintar el follaje dentro de la técnica del cubismo, tal y como se observa en el cuadro Paisaje zapatista; tiempo después Picasso pintó la obra Hombre apoyado en una mesa, en la que copió el recurso del artista mexicano. Hay un testimonio fotográfico que así lo consigna, y la cuestión no paró ahí: Rivera le reclamó a Picasso, por lo que los críticos se le fueron encima. Finalmente, el artista español optó por destruir la polémica obra.

La exhibición se presenta como un diálogo entre ambos creadores, y expone decenas de objetos antiguos grecorromanos, ibéricos y aztecas. La muestra pretende avanzar en el entendimiento de las prácticas de los artistas, particularmente en cómo sus contribuciones fueron influidas por las normas, mitos y estructuras de las artes de la antigüedad.

Suite Vollard”

La exposición está conformada por cinco núcleos temáticos, relacionados con la interacción y la divergencia entre ellos.

En “La academia” se aborda la formación que tuvieron ambos artistas en sus respectivas escuelas de Bellas Artes; lo curioso es que ambos rompieron con ese sistema.

El periodo que va de 1908 a 1916 estará en “Cubismo y París”, años en que se encontraron los creadores y fueron partícipes de la vanguardia hasta antes de que se diera la rivalidad. Además está el apartado “El regreso al orden y el indigenismo”.

La sección “Rivera y el arte precolombino” centra la atención en los murales públicos donde se percibe la representación que el artista hace de la raza mestiza. En la galería “Picasso y mitología” se mostrará cómo el artista experimentó con el arte del pasado y fue capaz de crear imágenes universales.

Una de las piezas fundamentales de Pablo Picasso que jamás habían salido de Europa es Suite Vollard (1930-1937), considerada una de sus obras cumbre y su pieza gráfica por excelencia.

“Es una serie de 100 grabados que, a decir de algunos, por la maestría con la que Picasso trabaja el aguafuerte, es la más importante que se ha hecho en la historia. No estoy tan de acuerdo, pero así se ha dicho, y lo mejor es que vienen todas estas piezas ahora a México”, comentó Coronel Rivera.

Únicamente existen cuatro colecciones completas de Suite Vollard, un trabajo que muestra el interés que tenía Picasso por el Minotauro.

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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