Para Ramón Vargas las voces son como los automóviles: “Hay autos de velocidad, como un Ferrari, y hay autos que son para transportarse solamente. Lo importante es saber reconocer eso y no querer ser un Ferrari si eres un Bentley o viceversa, porque vas a forzar tu voz”.
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En conferencia de prensa, el tenor dijo que la forma en la que se canta es muy importante, pero lo es también saber reconocer los límites de cada voz, pues cuando se saben reconocer estos límites se sabe abordar el repertorio adecuado y el canto se da de una manera que no interfiere en la personalidad ni en las capacidades vocales y musicales.
“Reconocer tus limitaciones es un acto de humildad. Yo me considero un Bentley: mi forma de cantar es alargar frases, no es de potencia. Hay voces que son de agudos y de potencia. Si yo quisiera cantar algo de Verdi de manera muy aguda, o como Guillermo Tell, de Rossini, no sería lo mejor que podría hacer”.
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El tenor interpretará a Edgardo de Ravenswood en Lucia di Lammermoor —obra que significó su primer contrato en Europa y con el que hizo su debut en la Metropolitan Opera House de Nueva York— en el Palacio de Bellas Artes. Ésta será la primera vez que el mexicano presente la ópera de Gaetano Donizetti con todo el montaje escénico en este recinto. El año pasado la presentó en León, en el Teatro Bicentenario, y en 1997 la interpretó a manera de concierto en Bellas Artes.
“Edgardo para mí significa mucho, porque cuando me fui a Europa mi primer contrato como profesional fue para cantar este rol. Debuté con él en Lucerna y después lo canté mucho. Me dio una posición cantando en el mundo como belcantista. Le tengo mucho cariño”.
Vargas considera a Edgardo como “un verdadero héroe amoroso”. Es un personaje noble e inteligente que sacrifica su orgullo por amor. La historia cuenta cómo es capaz de hacer las paces con el hermano de Lucia, quien lo despojó de todos sus bienes.
Lucia será interpretada por la soprano Irina Dubrovskaya, quien debuta en este rol. “Es como un sueño poder debutar en este teatro tan imponente. Es un rol muy intenso que me ha hecho crecer como artista, pero también como persona”, afirmó.
Por su parte, el director Srba Dinić dijo que el rol de la orquesta es muy importante: “Se necesita de una orquesta con una gran sensibilidad en el acompañamiento. Es muy importante crear distintos colores y atmósferas, y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes lo hace muy bien. Estoy seguro de que vamos a tener un estreno fantástico”.
Lucia di Lammermoor se presetará los días 19, 21, 23 y 26 de febrero en el Palacio de Bellas Artes.
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