David Van Auker, dueño de una tienda de antigüedades de Silver City, Nuevo México, tenía en su poder la pintura Woman-Ochre (Mujer Ocre), del holandés Willem de Kooning, pero desconocía su legitimidad y su valor, así como que fue sustraída del Museo de Arizona en 1985.
Los especialistas señalaron que esta semana culminó el proceso de corroboración de la autenticidad de la pintura, un cuadro abstracto del pintor nacido en Rotterdam, que fue robado del museo de la universidad hace 31 años, el 29 de noviembre de 1985, y que pertenece a la serie Mujeres, realizada por el artista a finales de los años cincuenta.
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La obra se exhibía en la tienda de antigüedades de Van Auker, quien de acuerdo al centro de estudios, desconocía su valor, yras adquirirla el pasado 1 de agosto en una venta de muebles y cuadros de una casa en venta.
[OBJECT]No obstante, el anticuario empezó a escuchar comentarios entre los visitantes a su tienda, quienes preguntaban si se trataba de un De Kooking original, e incluso uno de ellos le ofreció 200 mil dólares por la pieza.
Al investigar por internet, encontró que aquella obra de una mujer desnuda que se exhibía en su local era muy parecida al cuadro que fue robado hace más de tres décadas del museo de la Universidad de Arizona.
También se percató de que una pintura similar de De Kooning, que pertenecía a la misma serie de obras, se había vendido hace una década por 137 millones y medio de dólares.
“Solo quise regresarla al museo, no quiero dinero”, declaró Van Auker, según recoge un comunicado del centro de estudios. El anticuario desconocía que De Kooning es considerado uno de los máximos representantes del Expresionismo Abstracto y de la Escuela de Nueva York, ciudad a la que el artista se trasladó en su juventud y en la que falleció en 1997.
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“Es un gran día para la Universidad de Arizona y una gran noticia para el mundo del arte y para las personas que se preocupan por el arte público”, señaló en la nota el presidente de la universidad, Robert Robbins, quien agradeció a Van Auker a quien llamó “héroe”, por su magnanimidad al permitir que “la pintura fue devuelta a su legítimo hogar”.
El Museo de Arte de la Universidad de Arizona, ubicado en Tucson, resguarda la obra, mientras que el FBI investiga el devenir que pudo haber tenido el cuadro desde que fue robado.
AG