Uno de los principales retos de los artistas es lograr se valore su trabajo.
Algunos incluso fueron reconocidos hasta después de su muerte, momento en el cual sus piezas se vendieron a precios extravagantes, tal es el caso de Vincent van Gogh.
Muchos deben hacerse camino solos y a contracorriente, buscando y creando sus propios espacios: por un lado por la dificultad de exponer en lugares institucionales y por otro, dada la poca concurrencia del público, aseguró el pintor mexiquense, Arístides Ortíz.
"Normalmente hago mis exposiciones por medio de la iniciativa privada, foros independientes, gente que me invita a intervenir muros o prestarles la obra, casi siempre de manera underground".
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En su opinión, los espacios para exponer existen, pero muchos están ocupados o tiene lista de espera hasta de un año, tal fue su experiencia en el Museo del Barro en Metepec; donde después de un largo proceso, muchas llamadas, cancelaciones, plantones y poca profesionalidad, decidió claudicar y seguir de forma independiente.
Por esta razón, aseguró, muchas veces entablar una relación profesional con las instancias gubernamentales, más que un impulso se vuelve una limitación.
"A mí me sirve moverme por mi parte, pierdes mucho tiempo atrás de las instituciones; sí hay gente muy comprometida, pero no faltan los que no tienen ni idea del tema y aparte ningunean a los autores".
Comentó que quienes están al frente de los museos no buscan a los autores, no tienen esa sed por encontrar talentos, esperan a que los artistas vayan a tocar a sus puertas, para muchas veces cerrárselas.
Aunque tuvo esa mala experiencia en el Museo del Barro, dijo, no considera que en la entidad se tenga olvidada la labor artística, sino que, se trata de poner a las personas idóneas a cargo, para que le den un verdadero impulso y repunte a la cultura mexiquense.
"No hay una formación artística especializada de los que dirigen estos lugares, con situaciones donde delegan los puestos, no se enteran; también me ha tocado gente que sí se aplica pero hay que trabajar en reconocer y buscar al talento local, que agudicen el ojo para detectar a los que son buenos, porque o se las hacen cansada, te ningunean, o traen a gente de otros lados", concluyó.
LC