Luego del sismo de magnitud 7.1 que afectó a Ciudad de México, las actividades culturales y artísticas prácticamente quedaron paralizadas; en un comunicado, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) dio a conocer que se suspendían todas las actividades y espectáculos programados para hoy, con el objetivo de realizar una revisión exhaustiva a todas sus instalaciones, a fin de garantizar la seguridad del personal y de los asistentes no solo a los diversos foros, sino también a las escuelas y a sus oficinas.
Además de las actividades teatrales, musicales, las conferencias o presentaciones de libros, se suspendió, por ejemplo, el homenaje que al escritor Felipe Garrido, como parte del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, donde se presentaría en compañía de Ricardo Ancira y Juan Domingo Argüelles.
Los recintos y las oficinas de la Secretaría de Cultura del gobierno federal también cancelaron sus actividades y, poco a poco, se dieron a conocer algunas suspensiones, como la entrega del XLI Premio Nacional de la Cerámica, programada para desarrollarse mañana en las oficinas centrales de la dependencia, por los rumbos de Chimalistac.
Se canceló la conferencia de presentación del programa de actividades de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, además de los festejos por el 30 aniversario de la Escuela de Laudería, ambas planeadas para las 11 de la mañana del miércoles.
Sin que termine de elaborarse el reporte del patrimonio cultural que resultó dañado con el sismo de magnitud 7.1, se difundieron imágenes del emblemático Monumento a la Madre colapsado, además de que se dio a conocer que la Catedral metropolitana sufrió algunos daños, en especial en una de sus esculturas y una de sus cruces, lo que sucedió en distintos templos tanto de Ciudad de México como de otras entidades afectadas por el sismo.
Cabe recordar que el Monumento a la Madre es una de las esculturas emblemáticas de la CdMx; en 1944, el entonces presidente Manuel Ávila Camacho colocó la primera piedra de la escultura, inaugurada por Miguel Alemán Valdés el 10 de mayo de 1949; el proyecto arquitectónico estuvo a cargo de José Villagrán García, mientras que las esculturas son de Luis Ortiz Monasterio.
El Monumento a la Madre se encuentra en el Jardín del Arte, entre las calles de Sullivan, Villalongín y la avenida de los Insurgentes.