¡Charles Leclerc vuelve a respirar tranquilo! El piloto monegasco se recupera y gana el Gran Premio de Austria, lo que fue un duro golpe para Max Verstappen, relegado al segundo lugar, mientras Checo Pérez abandonó y redondeó una tarde complicada para Red Bull Racing en la carrera de casa.
Los de Maranello tuvieron un festejo en Spielberg, el cual pudo ser mejor debido a que Carlos Sainz Jr. peleaba por el segundo puesto, pero abandonó por problemas en la unidad de potencia. El podio lo cerró Lewis Hamilton. De cualquier forma, es la segunda victoria consecutiva para los Tifosi, que se recuperan tras el dominio de Red Bull.
Pesadilla de Pérez
La largada fue fatídica para Red Bull hasta la cuarta curva. Mientras Checo y George Russell peleaban por el cuarto lugar, los autos se tocaron y el mexicano trompeó en la grava, lo que le perjudicó y bajó hasta la última posición.
El incidente obligó a replantear la estrategia y tratar de recuperarse: el mexicano pasó a boxes en el siguiente giro y cambió por compuestos duros. Pero el mexicano perdió ritmo y su auto no presentaba la fiabilidad suficiente, con lo que todo se puso cuesta arriba.
Checo tardó en calentar sus neumáticos y Nicholas Latifi, quien marchaba en el decimonoveno lugar, llegó a tener una ventaja de una vuelta con respecto al tapatío. Al mexicano, sin nada que competir y mucho más por arriesgar —incluida la unidad de potencia— no le quedó de otra que regresar a pits en la vuelta 26 y retirarse de la carrera.
Max tampoco la tuvo fácil
La batalla entre Max Verstappen y Charles Leclerc comenzó intensa. El neerlandés resitúa, pero el monegasco mostró un ritmo superior y tomó el liderato en el giro 12, cuando atacó por la parte interna y lo rebasó en la curva 4.
Mad Max no tuvo de otra más que detenerse en pits dos vueltas después y cambiar por compuestos duros, con lo que descendió al séptimo lugar. No tardo en regresar a zona de podio, incluyendo un rebase a Lewis Hamilton en la vuelta 18.
En la vuelta 27, el monegasco se detuvo en boxes, cambió por neumáticos duros y salió por detrás de Verstappen, a quien superó sin en el trigésimo tercer giro. El piloto de Red Bull, quedándose rezagado, regresó a pits en la rotación 37, volvió a apostar por los compuestos duros y bajó al tercer puesto, Pro detrás de los dos autos de Ferrari.
Leclerc perdió ritmo y pasó a pits en la vuelta 50, renovó sus gomas duras y bajó al tercer lugar, pero se puso sublíder cuando Sainz hizo lo propio un giro después. Mad Max intentó ir a la final de la carrera sin otra detención y tratando de defenderse del monegasco, pero el de Ferrari asaltó la punta en la cuarta curva de la vuelta 53.
Cierre sufrido para Ferrari
Claro que nada fue sencillo para los Tifosi. Para el giro 57, Sainz estuvo a punto de rebasar a Verstappen, pero el español se fue de largo en la segunda curva y su auto se incendió casi al instante por problemas en la unidad de potencia. El madrileño tuvo problemas para salir de su monoplaza, los marshals lo ayudaron y apagaron el siniestro, pero su carrera terminó en ese instante.
La preocupación se adueñó en el Pit Wall de Ferrari, a quien llamaron una vuelta después para cambiar sus llantas por unas de calibre medio. Verstappen también replicó estrategia, con la esperanza de asaltar el liderato más adelante.
Y en la vuelta 61 se le complicó a vuelta a Leclerc, quien reportó problemas con el acelerador. Pero el monegasco resistió, no forzó su auto y mantuvo el triunfo, el primero para él desde el Gran Premio de Australia, la tercera carrera de la temporada.
FCM