La seguridad en Rusia ha sido impecable hasta el momento. En las calles, en el metro, en los estadios. Este martes, alrededor de 50 militares aparecieron casi a la media noche en la Arena Ekaterimburgo para inspeccionar el lugar.
Con varios herramientas para detectar objetos peligrosos, no dejaron rincón sin vigilar. Desde los lockers en los que los medios de comunicación guardan sus objetos hasta cada una de las mesas de trabajo. Eso en la zona de prensa.
Los militares no solo contaban con detectores, sino también con varios perros que olían todo espacio que podía.
La mayoría de los militares se junto en la entrada del Estadio, para comenzar a distribuirse por los diferentes escenarios.
Y es que, todo Rusia ha estado atenta a cualquier detalle sospechoso. En ese aspecto han estado a la altura, han hecho sentir a los aficionados seguros en todo momento.
Incluso, en Moscú, en una calle en la que las aficiones de distintos países se unen, hay varios policías que hacen rondas, que no se despegan del lugar, y que aunque a muchos se les pasan las copa de alcohol únicamente checan que no les pase nada.
En el metro de Moscú, cada entrada tiene un detector, por el que se pasan las mochilas o cualquier bolsa . Inmediatamente después, tiene que pasar la persona. Es así como se pasa el filtro.
UNA GRADA DE 200 PESOS
La Arena Ekaterimburgo tiene una capacidad de 35 696 aficionados. Sin embargo, 12 mil butacas fueron puestas para la Copa del Mundo. Es una tribuna puesta sobre una estructura tubular. Para llegar a ella hay que subir alrededor de 200 escalones. Incluso, para esa zona los boletos estaban en poco más de 200 pesos, un precio muy bajo a comparación del resto. Se tiene planeado que este estadio tenga un hotel y un estacionamiento.