Eran comienzos de mayo del 2005, cuando un puñado de jóvenes daban sus primeras pinceladas representando a su país. Se trataba del Europeo Sub 17, que enfrentaba a las mejores ocho selecciones del orbe, en esta categoría. El octavo día de este mes, Suiza se midió a Croacia, ambos escuadrones con diferentes aspiraciones. Era el tercer encuentro para cada uno; los primeros, prácticamente eliminados del torneo, esperaban cerrar con orgullo su participación, los segundos, con gran generación en ciernes, aguardaban por cerrar su pase a la siguiente ronda del certamen.
Después de 90 minutos, Croacia se impuso por 5-2 ante una Suiza que dio pelea, pero que también sumó su eliminación a cuestas. Dentro de la plantilla roja, un joven Iván Rakitic destacaba por su soltura, por la técnica y visión de campo. Aquel día, enfrentó a la selección con la que este domingo puede levantar la Copa del Mundo. Trece años después de la tarde en la que vio un oscuro panorama, hoy, todo se le aclara. "Estuve orgulloso de llevar durante cinco años la camiseta de Suiza cuando jugaba con los juveniles. Pero la mayor parte de mi corazón pertenece a Croacia. Siempre fue así", consideró el volante años después.
Rakitic representó a Suiza porque nació en Rheinfelden, que delimita a este país con Croacia. Y aunque estuvo presente en convocatorias hasta la Sub 21 de esta nación, en 2007, por invitación de Slaven Bilic, aceptó jugar para el ahora finalista en la Copa del Mundo. De hecho, su debut profesional se dio en las filas del Basel, un cuadro emblemático para Suiza. A partir de aquel primer "sí", Rakitic ha fraguado toda una trayectoria de éxito, que podría alcanzar su punto más alto en Rusia 2018. Participación en tres Eurocopas, siendo este su segundo Mundial, podría inscribir su nombre con letras imborrables en la historia de su "nuevo país".
Como detalle curioso, en aquel Europeo Sub 17 en el que Rakitic y Croacia se enfrentaron, del lado suizo también se encontraba Dejan Lovren, hoy, mundialista con la escuadra finalista en Rusia 2018. Al igual que Iván, su origen se dio en Zenica, Bosnia, pero con el tiempo fue considerado por Suiza y más tarde por Croacia. Y precisamente del conjunto rojiblanco, en dicho torneo destacó Nikola Kalinic, apenas hace un par de semanas separado del plantel que puede ser campeón, por desobediencia a indicaciones técnicas de Zlatco Dalic.