"Pequeño país. Grandes Sueños", ése es el lema del autobús que traslada a la selección de Croacia en el Mundial de Rusia. Esa es la frase con la que se ha identificado desde hace años este conjunto. Esas son las palabras a las que los jugadores le darán la espalda justo cuando bajen del vehículo para dirigirse al Estadio Luzhniki en el que enfrentarán la Final contra Francia.
Un pequeño país que hoy sueña, pero que para eso tuvo que sufrir en el césped y desgarrarse fuera de él con el ruido de los cañones y de las armas soltando las balas. Hoy los niños de la Guerra de los Balcanes están a 90 minutos o más de reventar la emoción de 'un pequeño país' de 4 millones 290 mil 612 de habitantes.
Pero atrás de esto hay algo más, un proyecto que creció con jugadores emblemáticos que vivieron ya como futbolistas aquella Guerra, tal es el caso de la estrella Davor Suker, Zvonimir Boban o Robert Prosinecki, quienes antes de utilizar aquella camiseta cuadrada tan peculiar, defendieron la de Yugoslavia, ésa que incluso para Igor Stimac, defensa de esa selección que culminó en tercer lugar en el Mundial de Francia 1998, "no significaba nada".
La
Guerra de Yugoslaviafue el marco en la que
Edson Ramírez(director),
Alfredo Sánchez(productor) y
Jorge Linares(fotógrafo) plasmaron el
documental Vatreni, que narra de qué manera vivieron los jugadores ese proceso bélico y aquel histórico momento en el
Mundial de 1998. Fue su primera participación en este torneo ya como país independiente.
Ramírez, Sánchez y Linares platicaron en entrevista con Carlos Puig que el documental ya fue transmitido en cuatro salas de Croacia, se estrenó en Zagreb en mayo pasado, y que fue recibido de muy buena forma. Por supuesto, afloraron todo tipo de sentimientos con esta cinta.
Además, resaltaron lo difícil que fue conseguir el material visual. Las horas que tuvieron que invertirle a elegir las imágenes.
Por su parte, Edson Ramírez contó en entrevista con La Afición cómo surgió la idea de realizar este documental que ya se estrenó en el cine en Croacia.
"La idea de hacer este documental viene de nuestra infancia. Nosotros somos tres compañeros que nos encontramos en el Centro de Capacitación Cinematográfica y que intentando buscar una idea para hacer un documental de futbol, nos acordábamos mucho de esta selección de Croacia de 1998, fue para nosotros, en ese momento, teniendo yo 14 o 15 años, y Jorge y Alfredo teniendo 9 0 10 años, un evento impresionante ver a esta selección jugar, hacer historia", dijo.
Luego, agregó que "cuando yo era niño y empezaba a ver en la televisión se me quedó grabado todo lo que sucedió con la Guerra de las Balcanes, la gente huyendo, las balas, de los tiroteos, de los enfrentamientos, de los bombardeos. Son cosas que se te van quedando en la cabeza y que maravillosas un periodo de tu vida en el cual pudimos regresar para hacer ese documental".
¿Porqué elegir a Croacia?
"Al entender y recordar todo esto que sucedió, Croacia tiene este contexto histórico y social y el logro futbolístico que tenía todo lo que una historia requiere para contar las emociones no solo de los futbolistas sino de todo un país. No elegimos a Croacia por ser Croacia, sino porque era el país que tenía la historia más bella para ser contada en este contexto".
¿Cómo fue el proceso creativo del documental?
"Nos sentamos a encontrar todas la Ligas del futbol, la guerra y el desarrollo social durante la Guerra de los Balcanes, fue muy sencillo encontrar la manera de contar esta historia. Lo más complicado es que al ser un contexto histórico que todavía es ríspido hablar en Croacia, desde México es menos complicado, es mucho más difícil estando inmersos en este contexto que llevó a la separación de Yugoslavia. Lo que hicimos fue centrarnos en las emociones de estos futbolistas y no tanto en los hechos políticos, históricos o quién hizo qué para que la guerra existiera. Las emociones de esos futbolistas nos ayudaban a acercarnos al tema de mejor manera, sobre todo pensando en el hecho que viene al final que es cómo ellos utilizan este contexto histórico para jugar mejor de alguna forma, y entonces poder jugar por el tercer lugar en una Copa del Mundo siendo su primera participación como país independiente".
¿Qué fue lo más complicado a lo que se tuvieron que enfrentar?
"Fue el financiamiento. No era fácil en los primeros viajes conseguir el dinero para viajar cuatro personas, filmar, estar en Croacia por un periodo largo de tiempo. Entonces, esa es una de las grandes dificultades del documental. Otro era el tiempo de todos estos personajes, al tener trabajos relaciones con el futbol, por ejemplo Slaven Bilic en el tiempo en el que hicimos la entrevista era entrenador del West Ham United, y estaba atravesando un periodo muy difícil para el equipo, canceló durante meses la entrevista; otro era director técnico en Azerbaiyán, otro estaba viviendo en Irán, otro en Budapest. Era muy complicado organizar los tiempos con ellos, sobre todo por los periodos que atravesaban en sus respectivos trabajos. En algunos momentos hacíamos tres entrevistas en cuatro días y eso nos ayudó a que no estuviéramos viajando por varios periodos cortos, sino en largos hacer todo esto".
¿Qué buscan con este documental?
"Buscábamos contar la historia de Croacia como país independiente a través del futbol. Intentábamos demostrar que el futbol no es solo un deporte, sino que tiene tantas conexiones sociales que nos ayudaba a ver la idiosincrasia de un país, toda una cultura, eso es lo que nos parecía importante alrededor de este documental".
¿Qué fue lo que más me asombro?
"Es darnos cuenta que 20 años después de este gran éxito futbolístico y 25 años después de la guerra de los Balcanes son hechos, ambos, que se recuerdan y que hay yagas abiertas en toda la población, no solo en los que lo vivieron sino en las generaciones que lo vivieron, hay mucho, no sé si decir resentimiento, pero ese escozor al hablar del tema, se tiene mucho cuidado al hablar de estas cosas. No se entiende cómo platicarle a las nuevas generaciones cómo sucedió y por qué sucedió, y por otro lado, es muy bello darnos cuenta como el éxito de 1998 sí ayudó a lavar la herida, y como hoy es un poco diferente porque están en una Final de la Copa del Mundo. Y como dicen que, 'a pesar de que no fuimos campeones', ese momento nunca va a ser igual, porque todo mundo quería que algo sucediera, porque como país recientemente independizado, era un momento que difícilmente se iba a volver a repetir".
¿Qué opinas que a esta selección de Croacia les transmitieron el documental previo a su primer partido de la Copa del Mundo?
"Es una de las cosas que jamás nos imaginábamos que sucediera. Nuestro sentido era impactar en la gente común y corriente que puede ir al cine, que puede verlo por televisión, pero no era tan evidente que pudiéramos tener esa oportunidad o que pidiéramos tocar al equipo actual tan fácilmente, esa era una posibilidad que veíamos remota. El que se inspirarán un poco el ver el documental le da a este momento un detalle sumamente importante".
¿Te sorprendió que Croacia llegara a la Final?
"Me sorprendió mucho que Croacia llegara a la Final del Mundial. Teniendo los jugadores que tiene, que juegan en los clubes que juegan existía la posibilidad; sin embargo, ya verlo realizado, el festejar ese último gol poco antes de la Final del partido fue maravilloso, me acordé de toda la gente con la que compartí, con la que vi partidos. Lloré, reí, cuando vi los primeros partidos de la Copa del Mundo todavía estando en Croacia, es impresionante la emoción que se siente por un país que no es el tuyo, pero con el que se ha convivido. Me emocionaba mucho el que 20 años después de ese 1998, en el cual fueron eliminados por Francia en las semifinales, que ahora se repitiera ese encuentro en una Final de la Copa del Mundo, me parece que hay algo alrededor de esta selección y de lo que ocurre hoy en día en Croacia, que si termina como campeón sería la reivindicación de aquel partido de hace 20 años".
Otro de los momentos cumbres que se han relatado en torno al futbol y a esta Guerra fue cuando Zvonimir Boban alistó la pierna y lanzó una patada empapada de fuerza y rabia para impactarla en el objetivo. No, no se trataba del balón, sino de un policía que había golpeado a un aficionado croata, justo cuando estalló la batalla entre los aficionados del Dinamo de Zagreb de la entonces República Socialista de Croacia y el Estrella Roja de Belgrado, que representaba a la Yugoslavia comunista.
La historia cuenta que, en un plano alterno ese encuentro que no se disputó en la cancha fue el preludio de la Guerra de los Balcanes, o también llamada de Yugoslavia.