Un equipo maravilloso. La tercera gran revolución francesa. Un equipo que ha sabido jugar su papel histórico, heredando ese glorioso legado que labraron, en sus respectivas épocas, los equipos de Michel Platini y de Zinedine Zidane, misma que ha completado la tarea, alzándose con el título de la Copa del Mundo de Rusia 2018.
Tan sólo 25.5 años; ésa es la media de edad que posee el actual cuadro galo, misma que lo convierte en el equipo más joven en ser Campeón Mundial, superando a España, en 2010, equipo que tenía un promedio de 25.9, y a Alemania, en 2014, con 25.7.
Normalmente, al media de edad de los equipos que han logrado ser campeones del torneo, desde su creación en 1930, es de 26.4 años.
LA RENOVACIÓN
Luego de la derrota en la Final de la Eurocopa de 2016, Didier Deschamps, poco a poco, fue depurando a este equipo, al darles salida a aquellos jugadores que habían logrado sobrevivir desde los procesos de Raymond Domenech, para dejar entrar a elementos de juventud y de gran talento. Para ejemplificar, jugadores como Sagna, Ribéry, Benzema, Valbuena, Evra y, entre ellos, hasta el mismo André-Pierre Gignac, salieron de la selección.
A estas ausencias, se unieron elementos como Samuel Umtiti, Lucas Hernández, Corentin Tolisso, Kylian Mbappé, Benjamin Pavard, N’Golo Kanté, Nabil Fekir, entre otros más. Muchos de ellos, ni siquiera rebasan la línea de los 25 años.
PIEZAS DE EXPERIENCIA
La depuración del equipo fue muy selectiva. La experiencia que poseen elementos clave en Francia ha sido el motor principal para que sus jóvenes promesas exploten de manera adecuada. Para ello, Deschamps mantuvo a Lloris, Giroud, Matuidi, Rami, entre otros, combinándolos efectivamente con jugadores en plena madurez, tales como Pogba, N’zonzi y la estrella Antonie Griezmann.
Los equipos que ganan la Copa del Mundo, entre sus líneas, siempre poseen a más de dos jugadores que rebasan el límite de los 32 años. Asimismo, los franceses cumplen con otra regla, al no desbordar el total de siete piezas que desbordan los 30.