Didier Deschamps se caracterizó como futbolista por el pundonor que le imprimió a cada jugada. En su trayectoria destacó su presencia en el Olympique de Marsella, Juventus y por supuesto, con la selección francesa, con la que alcanzó el campeonato del mundo en 1998; de hecho, este domingo, que podría conseguir su primer campeonato con Les Blues como DT, cobra relevancia una estadística favorable, que ha mantenido conexión entre la cancha y el banquillo: en sus empresas profesionales más importantes, tanto en Marsella como en la Juve, consiguió alzar campeonatos y hoy podría completar una línea más.
Desde el 2012, Deschamps ha dirigido a la selección francesa, con la que hace dos años alcanzó la final de la Eurocopa como local, misma en la que sucumbió ante Portugal de Cristiano Ronaldo. Esta es una revancha cercana de aquel encuentro desagradable. En cuanto a los antecedentes, primero en el Marsella, como jugador pasó cinco temporadas en dos intervalos, que le redituaron dos Ligas; como director técnico, estuvo del 2009 al 2012 y registró siete campeonatos, entre Liga, Copa y Supercopa francesa.
De la Juve, Deschamps aportó experiencia y tenacidad como jugador en un lapso de cinco años, anotándose al CV seis cetros colectivos, entre Serie A, Copa y Supercopa locales; como estratega pasó una temporada con los negriblancos, y lo hizo en una época compleja. Didier asumió a mediados del 2006, cuando el equipo bajó a la Segunda División por el amaño de encuentros; el fracaso duró poco. Con 30 triunfos en 43 compromisos, el francés los devolvió al máximo circuito, donde hasta ahora se mantienen. Así, el timonel mantiene una efectividad que hoy podría darle su segunda Copa del Mundo a Les Bleus.