Pocas horas antes de la final del Mundial de futbol, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio hoy un relevo simbólico de la organización del evento al próximo país sede, Qatar.
El jefe del Kremlin entregó al jeque Tamim un balón de futbol como el que se usaría más tarde en el duelo por el título en el Estadio Luzhniki de Moscú entre Francia y Croacia.
Según la agencia Interfax, Putin aseguró que está convencido de que Qatar organizará un torneo igual de bueno que el de Rusia y mostró su disposición a ayudar.
"Nosotros estamos siempre dispuestos a compartir la experiencia que hemos adquirido", expresó.
El mandatario ruso tenía previsto también reunirse antes de la final con los jefes de Estado de las dos naciones contendientes, el francés Emmanuel Macron y la croata Kolinda Grabar-Kitarovic.