La Ciudad de México producirá energía con la incineración de 1.6 millones de toneladas de basura, equivalente a llenar 12 mil veces el Estadio Azteca o 219 veces el peso de la Torre Eiffel, con un modelo francés exportado de Lille Metrópoli Europea.
En esta ciudad francesa, 1.2 millones de habitantes reciben energía a través del procesamiento de 350 mil toneladas anuales de residuos sólidos, que ya no van a dar a los rellenos sanitarios.
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Ahora son incineradas a una temperatura de 850 grados centígrados y de ahí se produce gas que es enviado a turbinas para producir energía, que es dirigida a la red de calefacción urbana.
En el caso de la Ciudad de México, la energía que se generará, 965 gigawatts por hora, será enviada para el suministro de energía al Sistema de Transporte Colectivo Metro, que gasta anualmente más de mil 500 millones de pesos en ese suministro.
Aunque tendrá el modelo europeo la planta de la Ciudad de México, cuya construcción iniciará en las próximas semanas en la zona del Bordo Poniente con una inversión de 11 mil millones de pesos, será cuatro veces más grande que la de Lille.
Mientras que la planta de Lille Metrópoli Europea tiene tres hornos conocidos como Antares, en la Ciudad de México habrá cuatro hornos, con posibilidad de crecer a seis, lo que la convierte en la más grande termovalorizadora de tratamiento de energía renovable de América Latina.
Paolo Rossi, director de Residuos de la Zona Latinoamericana de Veolia, empresa que ganó el concurso para construir y operar la planta de termovalorización en la Ciudad de México por 30 años, dijo que el Centro de Valorización Energética Halluin, en Lille, es el modelo a seguir por su tecnología.
Explicó que la nueva planta de Halluin no genera humo, ruidos ni olores, da servicio a la zona de Lille y su conurbación de 85 municipios, donde 51 por ciento de la basura se recupera y 49 por ciento restante se incinera para la producción de energía.
“La planta de México será igual a ésta, será inolora, sin contaminantes, se aplicará la normatividad europea para una planta de termovalorización, que tiene su importancia, porque permite reducir las toneladas de residuos enviadas a rellenos sanitarios, donde se producen gases efecto invernadero como el metano, que es 25 veces más contaminante que el dióxido de carbono“, explicó en entrevista con MILENIO.
“La planta tendrá una vida útil de 30 años, en la que se garantiza que se evitarán las emisiones contaminantes y el tratamiento de los residuos para convertirlos en energía".
Rossi recordó que en 1997 se construyó una primer planta tras el cierre de otras tres, después de que hubo concentraciones de dioxinas, que provocan problemas de reproducción y desarrollo, afectan el sistema inmunitario y causan cáncer.
Después de 20 años se renovó con un proyecto que garantiza a los ciudadanos cero afección a su salud y que será replicado en la Ciudad de México.
Michel Lepilliet, director de Manejo de Residuos de la Metrópoli de Lille, explicó que la normativa europea prevé 0.1 nanogramos por metro cúbico de dioxinas, como comparar un cubo de azúcar dividido por la población francesa, que es de 60 millones, pero en esta planta los límites son aun 10 veces inferior.
Lepilliet aseguró que los habitantes ayudan en la selección de la basura y pasaron por un proceso de casi 15 años para establecerlo en todos los hogares, además de que existe un compromiso con los habitantes de tener un desarrollo sostenible, mediciones anuales de contaminantes y pláticas de concientización.
“No hay quejas de los vecinos del entorno. La entidad metropolitana ha desarrollado un gran esfuerzo informativo. Existe una comisión abierta a cualquier persona que quiera plantear dudas o lo que crea oportuno, y tenemos reuniones periódicas, porque nadie quiere tener una planta cerca“, explicó.
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La planta en la Ciudad de México estará lista en 2020 y se unirá al uso de nuevo equipamiento para el tratamiento de residuos sólidos que en el mundo suma 2 mil 90, de las cuales 63 son operadas por Veolia.
Será más grande que la de Xangai, China, que inició operaciones en 2005 con un tratamiento de 550 mil toneladas, y que la de Newhaven, en Reino Unido, que tiene un contrato similar al de la capital mexicana, de Pago por Prestación de Servicio, y que también sirvió de modelo.
MSP