En la colonia Lindavista sólo hubo una buena noticia: el rescate de un hombre que había quedado atrapado entre los escombros de un edificio en la calle de Coquimbo. Ahora, los brigadistas intentar recuperar los cuerpos de al menos tres personas.
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Después de 25 horas, José Luis Ponce Illescas, de 67 años, fue rescatado en ese edificio. Salió consciente, con heridas en las piernas y una mirada confusa.
Ayer hubo aplausos, hubo alegría, hubo una ligera esperanza contra los pronósticos de las autoridades de encontrar a alguien con vida. Minutos más tarde llegó la realidad, cruda, severa: los cuerpos de María y Diego fueron recuperados y localizaron un cadáver más en el edificio.
La desesperanza se observó en el rostro de los rescatistas, quienes a pesar de la lluvia continuaron con las labores.
El general de brigada, Miguel Ángel Coronel Vargas, dijo que tecnología termográfica determinaba que ya no había nadie más con vida.
Las labores de rescate no pararon. Se inició el trabajo con maquinaria pesada, sin comenzar todavía la demolición del edificio, pues eso será hasta encontrar los cuerpos.
Previo al rescate, vecinos, familiares y voluntarios reclamaron a las autoridades la lentitud de las labores.
El delegado de Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, dijo que no se habían podido acelerar los trabajos de rescate ni meter muchos voluntarios por la fragilidad del edificio, que colapsó en sus primeros tres pisos.
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La losa aplastó casi en su totalidad la planta baja. Un coche plateado dejó un espacio de poco más de 30 centímetros entre la loza y piso, por ahí era el único sitio por el cual podían pasar para rescatar a las personas.
Hoy los bomberos sólo rescataron un gato con vida.
JASR