‘Reventadores’ de mitin de Meade, 2 candidatos de Morena

Acusan a Delfina Guzmán e Ignacio Valladolid por el enfrentamiento del sábado pasado en Puerto Escondido entre profesores y militantes priistas.

Óscar Rodríguez
Oaxaca /

Los reventadores del mitin del candidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, fueron identificados como candidatos de Morena a puestos de elección popular y miembros de la CNTE, incluido uno de sus líderes, Alejandro Medina Ochoa.

Con base en consultas hechas por MILENIO a organizaciones sociales, ciudadanos, cuerpos policiacos y dirigentes partidistas en Puerto Escondido, Mixtepec, Jamiltepec y la misma capital Oaxaca, se supo que quienes dirigían a los reventadores eran gente de Morena y de la CNTE.

Concretamente mencionaron a los candidatos de Morena a diputada de Mixtepec, Delfina Guzmán Díaz, y a presidente municipal de Jamiltepec, Ignacio Vallalodid, así como a Alejandro Medina Ochoa, a quien identifican como miembro del CEN del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), como responsables de los disturbios y enfrentamientos reportados el sábado 14 de abril en Puerto Escondido.

Además de las versiones de vecinos y dirigentes sociales, el líder estatal del PRI, Jorge González Illescas, y el candidato a diputado Fredy Gil, el grupo de activistas de Morena, junto con integrantes de la sección 22, afín a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), llegó hasta el bulevar, cerca del corredor turístico del destino, con la intención de reventar el evento.

Aseguraron que como medida de apremio y para evitar una altercado mayor, se instalaron vallas metálicas que llegaron a ser derribadas por los opositores, quienes arrojaron piedras y botellas con agua y detonaron cohetones.

Fredy Gil dijo que del lado de la gente presente en el evento del PRI se reportaron 5 lesionados que aún valoran responder por la vía jurídica, pues según representantes sociales de la capital de Oaxaca, Puerto Escondido y Mixtepec, es tanto el miedo hacia las represalias de la coordinadora que muchas veces no se presentan denuncias.

Mientras tanto, Jorge González Illescas, dijo tener información acerca de que fue Alejandro Medina Ochoa, miembro del CEN del SNTE, quien se encarga de financiar grupos de choque para debilitar las estructuras priistas en los estados.

En tanto, el líder estatal de Morena y candidato a senador, Salomón Jara, argumentó que sus activistas viajaban hacia San Pedro Tututepec a un mitin político de la candidata Susana Harp y no registró enfrentamiento alguno.

A su vez, Wilbert Santiago, vocero de la sección 22, deslindó a esa gremial de los disturbios y dijo que gente del PRI se infiltró en su marcha para cometer las acciones de vandalismo.

Viejo pero vigente acuerdo

Hace un año, el hoy candidato de Morena a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, ofreció a los líderes y a las bases de la CNTE en Oaxaca que de ganar las elecciones derogará la reforma educativa federal y anulará el decreto de trasformación del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), con lo que devolverá el poder de la educación a la disidencia magisterial.

En aquel entonces, López Obrador también criticó a través de un video publicado en sus redes sociales la decisión del gobernador Gabino Cué de transformar el Ieepo y pidió a los maestros una reunión.

“Quiero hablar con ellos, con la directiva de los maestros de Oaxaca. Estoy, por este medio, solicitando una audiencia, una entrevista, un encuentro con los dirigentes”, dijo entonces.

En esa ocasión expresó que Gabino Cué había claudicado y “dio el paso a quienes han venido insistiendo en golpear al magisterio democrático de Oaxaca”.

Los hechos del sábado

El sábado por la tarde un grupo de ocho mujeres bailaba la Danza Mixteca sobre el cruce de las calles Tercera Poniente y Novena Norte, en Zicatela, Puerto Escondido. Todas vestidas con trajes típicos rodeaban a José Antonio Meade.

Embriagado por la euforia y la música regional, el candidato presidencial de la coalición Todos por México trepó al montacarga de una camioneta 4x4 para gritarle a la gente a través de un altoparlante si estaban con él o no: “¿Me van a hacer presidente, si o no?”. Era un típico mitin electoral y la primera caminata puerta a puerta que hacía el candidato luego de 14 días de haber comenzado la campaña.

Durante 20 minutos, Meade caminó por la Cuarta Poniente hasta la Agencia Municipal de Puerto Escondido, donde cientos de simpatizantes lo esperaban. Era una tarde caliente, el termómetro marcaba los 34 grados. La humedad del ambiente ocasionó que los cuadritos de papel china que lanzaban hacia José Antonio se destiñeran y mancharan de rojo su camisa blanca.

Sin embargo, no solo el clima estaba caliente. Entre la gente corría el rumor de que maestros de la sección 22 merodeaban por los alrededores y que incluso habían escondido bajo los automóviles palos y tubos para ser lanzados al candidato y sus simpatizantes.

Algunos dijeron que eran “reventadores de Morena”, que de paso a un mitin de la candidata de este partido en San Pedro Tututepec, Susana Harp, se encontraron con la caminata del candidato del PRI y aprovecharon para agredirlo.

Meade avanzó hasta llegar al templete, pero no pasó mucho tiempo para que todo se saliera de control. El mitin ya había comenzado, a lo lejos se podía escuchar el discurso del candidato, que a toda voz se comprometía a combatir la pobreza en Oaxaca.

Sin embargo, en los alrededores de la plaza municipal los rumores se habían convertido en realidad: un grupo de al menos 50 personas, incluidos ancianos que se dijeron maestros, tomó los tubos para comenzar a romper las banquetas y lanzar las piedras de concreto hacia donde estaba la carpa que cubría a los simpatizantes de Meade.

En la retaguardia de este grupo también había jóvenes con pancartas en las que se leía “La CNTE no quiere al PRI” y “Fuera Meade de Oaxaca”, además de gritar: “¡Ya no queremos más pobreza!”.

Ante las agresiones, los civiles comenzaron a abandonar la plaza pública; gritos, chillidos y detonaciones de cohetes sustituyeron la música del trombón.

En menos de 10 minutos el ambiente se convirtió hostil, las cámaras de los medios de comunicación dejaron de enfocar al candidato y corrieron a grabar el enfrentamiento. Siete personas resultaron heridas por impacto de piedra y golpes con palos: 5 civiles y 2 reporteros.

Una enviada del diario El Universal, que trasmitía en vivo el enfrentamiento con su teléfono móvil, recibió un golpe en la boca con un trozo de banqueta que le lanzaron los reventadores. Por el impacto el labio superior se le inflamó y le dejó una herida.

Además un reportero de MILENIO recibió dos golpes con los trozos de banqueta que los inconformes rompieron. Mientras grababa con su móvil, un grupo de hombres lo cercó sobre la cortina de una accesoria y al tiempo que le quietaban el celular y le robaban sus pertenencias lo golpearon en cara y nuca.

Durante 15 minutos el caos se apoderó de la avenida principal que lleva al mar. No había policías, los que replegaron a los maestros inconformes fueron los encargados del resguardo del ex secretario de Hacienda.

A diferencia de otros días, ese sábado el discurso del candidato duró menos de 10 minutos y enseguida bajó del templete para subirse a una camioneta e irse. Con él también se fue el caos. No hubo detenidos, no ha habido denuncias, tampoco una verdadera adjudicación y menos el deslinde de responsabilidades.

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