En Jalpan, nadie esperaba a Ricardo Anaya

Una multitud estaba congregada en la plaza principal del pueblo, estaba ahí para recibir a los migrantes, con quien el candidato de la coalición Por México al Frente se reuniría.

El precandidato desayunó con el Grupo Ecológico Sierra Gorda.
Silvia Arellano
Ciudad de México /

A unas horas de que termine el primer día de precampañas, el Pueblo Mágico de Jalpan de Serra, ubicado en la Sierra Gorda de Querétaro está de fiesta. Banda de música, pancartas y hasta un cura aguardan en el lugar. El precandidato presidencial de la coalisión "Por México al Frente", Ricardo Anaya, llegó a unos metros de la zona, pero los habitantes no lo esperan a él. Ellos aguardaban la llegada de sus familiares provenientes de Estados Unidos, quienes en trocas, ingresaron hasta la plaza principal.

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El precandidato panista tenía previsto un encuentro con los migrantes, pero la llegada se retrasó, por lo qué pospuso la reunión privada. También optó por no pararse por la explanada donde decenas de personas esperaban a sus familiares, porque el Instituto Nacional Electoral (INE) se lo podía contar cómo gastos de precampaña. Y horas antes, Anaya anunció que sus actividades en esta jornada electoral serían austeras.

Después de media noche, por la calle principal entró un vehículo con la imagen de bulto del Santo Niño de Jalpan, venerado en enero por cientos de peregrinos. Una a una ingresaron las camionetas de carga que fueron bañadas por agua bendita que roció el padre Víctor, de la Iglesia de Santiago Apóstol, ubicada en la plaza principal, es un templo de estilo barroco construido en el siglo XVIII, y cada hora sus campanas tocan distintas alabanzas.

Al fondo se escucha la canción "De paisano a paisano" de los Tigres del Norte. Una pancarta con la leyenda "Bienvenido a casa paisano" recibió a los migrantes quienes tienen por lo menos 365 días de no ver a sus padres, hermanos, esposas e hijos.

Modesta Sánchez se levantó de puntitas para poder ver la llegada de su hijo a quien no abraza desde hace dos años y medio.

"Me da mucho gusto que llegue, lo quiero abrazar y besar... tiene dos años y medio que se fue. También lo esperan su esposa e hijo", expresó la mujer.

El hombre de 28 años era taxista en el Pueblo Mágico, donde se realizan recorridos ecoturísticos por la Reserva de la Biósfera, donde se pueden apreciar las montañas y naturaleza, pero decidió ir a probar suerte al país vecino del norte. Y estará solo 15 días en el pueblo, porque se regresará para poder seguir mandando billetes verdes a su familia.

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Mientras los habitantes de Jalpan están de fiesta en las calles, con una temperatura de 5 grados, Ricardo Anaya prefiere encerrarse en el restaurante Las Carretas, que prepara comida típica como cecina. Se metió hasta la cocina e hizo algunas recomendaciones a quien prepararía sus alimentos. Se tomó un par de selfies con comensales y después, se reunió en el lugar con su equipo de precampaña para hacer un balance de su primer día de actividades. El panista, pernoctó esa noche en su estado natal.


JASR

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