"Antes de ser profesional e inteligente, era un ser humano consciente", dijo el actor Roberto Sosa para describirse durante la más reciente emisión de El minuto que cambió mi destino, programa del periodista Gustavo Adolfo Infante.
“El ser humano está compuesto de las caídas, de las tristezas, pérdidas, triunfos, apapacho, aplausos… esa es la vida. El problema es que, cuando haces una combinación, es como el diabético: si sabe que el pastel de chocolate le va a hacer mal, para qué se lo come. Igual, en el caso de la enfermedad emocional, si sabes que te metes una sustancia que es veneno para tu organismo, tienes que parar”, señaló el famoso, que tiene 150 créditos en largometrajes y cortometrajes, según el sitio IMDb.
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Durante la emisión televisiva, Sosa habló de su adicción al alcohol y cómo la superó: “Hubo un momento que hice todo lo necesario para no estar aquí. No tanto suicidar, pero hay una manera de irte matando día con día, a través de dejar de comer, dejar de hacer actividades, el alcohol que te cae mal".
"Yo creo que los verdaderos fondos son cuando ves a tu madre sufrir, porque no estás haciendo nada por levantarte; tu verdadero fondo es cuando ves a tu hija alejarse de ti. Yo tengo 7 años bien, trabajando todos los días, porque la enfermedad ahí la tienes; por la OMS está catalogada como crónica, degenerativa y mortal, pero es tratable", contó.
"Cuando tu no hablas de lo que sucede en tu interior, buscas salidas, pero son panaceas, son algo que te hace sentir bien un momento. Al final del día, alejas a la gente que te quiere, destruyes hogares, tu trabajo, la confianza… Lo cual no es grave, es una enfermedad humana y que muchos padecemos en el mundo. Lo importante es saber pedir ayuda y no llevártela tu solo, porque solos no podemos", agregó.
Ante la pregunta de si Mauricio Islas lo apoyó para recuperarse, Sosa señaló:
“Yo tengo grandes amigos que me han ayudado, Gus, porque para la fiesta ahí están todos, pero en el momento en que necesitas apoyo, ahí descubres a los verdaderos amigos; yo tengo amigos de una pieza, que se quitan los zapatos por mí y yo por ellos, porque conocen, han estado en esa situación y están dispuestos a tenderte la mano. Tengo 7 años de que me tendieron esa mano, porque varias veces me han tendido esa mano, pero cuando no quieres, no quieres; llega un momento en que dejas de encontrarle sentido a la vida”.
Y como reflexión, Sosa agregó que “cuando permites que te afecte tanto lo externo, las noticias, mujeres desaparecidas, país corrupto, el mundo, si permites que eso te afecte, te vas para abajo; si tu bienestar está en factores externos, sea una pareja, el dinero o algo material, estás dado al catre”.
“Y estos 7 años en los que acepté la ayuda, que dije: ‘Sí quiero vivir”, no ha sido el minuto el que cambió mi vida, han sido el día a día que ha cambiado mi existencia radicalmente, porque mi hija, mis hermanas, en mi trabajo vuelven a confiar en mí y me vuelvo un ser que tuvo una experiencia de la cual tuvo un aprendizaje; la madurez no es lo que has vivido, sino cómo materializas en tu aprendizaje la experiencia vivida”, concluyó el actor.
yhc