Un incidente en carretera, ataque contra sacerdotes: obispo

Salvador Rangel Mendoza justificó la fotografía con delincuentes y la presencia en el baile de Juliantla. Reconoció fue necesario relacionarse con delincuentes, pero solo fue en lo afectivo.

Editorial Milenio
Chilpancingo /

El obispo de la Diócesis Chilpancingo Chilapa, Salvador Rangel Mendoza sostuvo que el ataque armado contra dos sacerdotes fue consecuencia de un incidente en carretera, justificó su presencia en el baile que amenizó Bronco en Juliantla, municipio de Taxco y dijo la relación del padre Germaín Muñíz García con el crimen organizado fue necesaria, para poder transitar en los pueblos que le correspondía evangelizar.

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Rangel Mendoza ofició la misa de cuerpo presente en que se despidieron los restos mortales del sacerdote originario de la cabecera municipal de Mártir de Cuilapan, quien fue llevado hasta el panteón por cientos de pobladores.

Cuestionado sobre la existencia de un par de fotografías en las que Muñíz García aparece portando un arma de grueso calibre, el obispo reconoció que hubo la necesidad de relacionarse con los delincuentes, pero aclaró que solamente fue en el terreno de lo afectivo.

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"Se tuvo que relacionar, ahí en Mezcala están las minas y el tuvo que buscar la manera de transitar en esos territorios donde estaban los narcotraficantes", destacó.

Un día antes, la vocería de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa explicó que las imágenes fueron producto de un acto de presión, pues los hombres armados con los que aparece le advirtieron que si no posaba para la foto, no lo dejarían pasa hacia los pueblos.

Rangel Mendoza reconoció que la imagen que ya es conocida en todo el país representa un acto de imprudencia, pero insistió en defender la relación mínima entre el sacerdote y los delincuentes.

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"De que el padre tenía que saludarlos y tenía que dialogar con ellos pues lo tenía que hacer porque debía pasar por su territorio, de lo contrario no pasaba", aseguró.

En otro momento, insistió en que el ataque a balazos fue consecuencia de un mero incidente en carretera.

"Para mí la muerte de los padres Germaín e Iván fue un mero incidente, porque rebasaron un carro y estos se molestaron, seguramente serían gente que andaba buscando alguna víctima".

Insistió: "Yo insisto en que fue algo fortuito y algo completamente accidental".

El jefe religioso se refirió a Guerrero como una entidad en la que existe peligro en todas las regiones, pero insistió en que el problema de inseguridad se arrastra en todo el país, no solamente en esta entidad.

Justifica la presencia en el baile

Respecto a lo que los sacerdotes y sus acompañantes hacían en el baile de la comunidad de Juliantla, el que la Fiscalía General del Estado (FGE) sostiene que coincidieron miembros del crimen organizado que operan en los estados de México, Morelos y Guerrero, el obispo sostiene que existe una explicación lógica.

Dijo que el padre Muñiz ofició la misa de seis en Mezcala, municipio de Eduardo Neri y viajo tarde hacia Juliantla, en Taxco de Alarcón.

"Ustedes saben que el padre Iván Añorve era un cantautor muy talentoso, fueron a Juliantla para ofrecer su música y vinieron a eso; para ver si los dejaban cantar y también para contactar a los empresarios que manejan al grupo que amenizó", destacó.

Hizo un llamado al gobierno federal para que mire lo que sucede en Guerrero, ya que existen territorios completos que son considerados como de alto riesgo.

Dijo que así como se ha favorecido a otras entidades, es necesario "meterle más el hombro" a Guerrero en materia de desarrollo, pues al final, la gente se involucra en actividades delictivas buscando una manera de vivir.

MMR

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