La invitación a la fiesta de 15 años de Rubí Ibarra García que organizó su padre, Crescencio Ibarra, y su madre, Ana Elda García, a traves de las redes sociales logró reunir al menos a 20 mil personas de distintas partes del país y del extranjero.
Alemanes, españoles y estadunidenses fueron los principales invitados extranjeros que llegaron a la comunidad de La Joya, en San Luis Potosí, para celebrar a la joven y conocer en qué consiste la famosa chiva de 10 mil pesos, ofrecida por el padre de Rubí, que no es otra cosa que una carrera de caballos.
La fiesta inició con una ceremonia religiosa a las 11 horas en la comunidad. Más tarde, en ese mismo lugar, se realizó la comida, que consistió en arroz, barbacoa y el tradicional mole.
Rubí lució un vestido con olanes en tonalidades rosa y rojo, con un corsé bordado en pedrería.
Cerca de las 15 horas la gente comenzó a trasladarse a otro predio en Laguna Seca, de aproximadamente 25 hectáreas, para disfrutar la carrera de caballos y el baile, y donde se montaron dos escenarios.
Estaban programadas tres carreras, pero la última de ellas fue cancelada ya que en la primera un hombre y una mujer fueron arrollados por un equino.
Más tarde, las autoridades del estado reportaron que el hombre identificado como Félix Peña, de 66 años, murió en el trayecto al hospital, localizado en el municipio de Charcas, y la mujer se encuentra en estado grave debido a múltiples fracturas.
A la fiesta asistieron personalidades como el presidente municipal de San Blas, Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva, Layín, quien le obsequió a la quinceañera un Spark Chevrolet de color rojo para que, según él, vaya a la escuela y termine sus estudios.
También se hicieron presentes el ex jefe delegacional de Iztapalapa, Rafael Acosta Ángeles, Juanito, y el gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, quien obsequió distintos libros a la festejada.
“Queremos recomendar que todo el que asista tome sus precauciones: no manejen alcoholizados, cuiden sus objetos de valor y además pueden sentir la confianza de estar plenamente resguardados, pues aquí están presentes policías municipales, estatales y federales, e integrantes del Cuerpo de Bomberos, de la Cruz Roja y Protección Civil.
Aislados
Los problemas de comunicación fueron los principales. En La Joya no hay red telefónica ni internet, además de que en el estado el combustible es escaso por una problemática en los ductos de Pemex, de acuerdo con el gobernador, incluso los invitados aseguran que el límite de compra por vehículo era de 300 pesos.
Los hoteleros reportaron disponibilidad cero en los municipios más cercanos a La Joya; Matehuala y Charcas fueron los más beneficiados e incluso las arrendadoras de vehículos no contaban con unidades disponibles, lo que obligó a los asistentes a pagar hasta 2 mil 200 pesos por un viaje de 230 kilómetros, es decir, 10 pesos por kilómetro del centro de San Luis Potosí hasta la La Joya.
La cobertura
La fiesta también tuvo cobertura internacional. Empresas como Telemundo y Univisión, así como la agencia EFE, el diario El País de España, además de medios locales y nacionales, estuvieron presentes, algo que en algún momento molestó a Rubí. Incluso dijo a MILENIO que lo único que quería era “que por favor me dejen en paz”.
En todo momento la joven fue resguardada por familiares, pues según declaraciones de los habitantes de La Joya, la invitación “se salió de control”.
La espera para ingresar a la zona de baile era hasta por más de dos horas. Durante toda la noche los vehículos no dejaron de llegar. La fiesta se convirtió en realidad y los 143 pobladores de este lugar aprovecharon para montar negocios de comida, bebida, sombreros y también de aseo personal.
Una de los habitantes, Martha, de 52 años, habilitó su casa como cocina económica y baños públicos, donde cobraba 100 pesos por bañarse y 10 por orinar. Frente a los medios, incluso aprovechó para exigir a las autoridades que instalen telefonía e internet.
Para llegar a los predios de la fiesta, los invitados tuvieron que hacer fila durante más de dos horas dentro de sus vehículos sobre una carretera de doble carril.
Laura Alba, de 34 años, llegó con su esposo, cuñado, sobrina y un amigo. Son de Xalapa, Veracruz, y se hicieron nueve horas de camino en auto particular. El regalo que trajeron a Rubí fue joyería.
“El viaje lo planeamos en la cena de Navidad. Nadie sabía en nuestra familia, para evitarnos la pena de no llegar. Fue una odisea el camino”.
Otro de los asistentes fue José María, proveniente de Barcelona, España, y quien vino a México solo para participar en lo que el consideró “el evento del año”.
“Estamos muy contentos. Vengo con mi familia y nos hospedamos con unos amigos en Tamaulipas. Me parece muy divertido todo esto y no pensé que se fuera a hacer realidad. Nos enteramos como todos por Facebook y aquí estamos, todos felices”, dijo.
La fiesta duró toda la noche y los que quisieron descansar tuvieron que acampar en el terreno donde se realizó el baile, que fue habilitado para campistas y en el que se cobraba hasta 200 pesos por un espacio de no más de 3 metros cuadrados y más 700 de la tienda
de campaña.
Otros de los beneficiados fue una familia que vendía la señal internet satelital en 100 pesos por hora, un servicio del que los asistentes se quejaron y pedían reembolsos, pues era intermitente y de baja calidad.
El alcohol fue el protagonista de la fiesta, hombres con sombrero y botas, mujeres con tacones y minifaldas y hasta niños en carriola eran parte de los asistentes a la fiesta que se desarrolló en un terreno árido y llano.
Quienes faltaron fueron las figuras del medio artístico que prometieron venir, como Niurka, Lady Wuu, integrantes de la banda El Recodo y Ninel Conde, entre otros.
Hasta el cierre de esta edición la fiesta continuaba, y el alcohol y el baile no cesaron por más de 12 horas.