Una de las frases por las que recordaremos el sexenio de Enrique Peña Nieto es “las cosas buenas casi no se cuentan, pero cuentan mucho”, misma que se podría usar para su impecable manejo de imagen y lenguaje corporal. Con su elección de vestimenta, así como sus gestos y poses, puede decir mucho más de lo que se escucha en sus discursos.
Por eso, MILENIO platicó con Claudia Merino, experta en imagen personal y lenguaje corporal, quien dijo que tanto la apariencia física -desde el peinado hasta el cuidado de su piel- hasta el manejo del lenguaje corporal han sido una de las características constantes de Peña Nieto, incluso desde que era gobernador del Estado de México.
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“A la hora de vestir formal tiene un 10, pero a la hora de vestir informal, cuando tiene que ir a lugar donde tiene que dejar el traje y la corbata, es donde le falla un poquito”, dijo la experta en imagen. Para ejemplo, algunas de las fotos publicadas este año, previo a su Quinto Informe de Gobierno, en las que se ve a Peña usar una camisa de cuadros o zapatos sin calcetines mientras está en la playa.
Pocos cambios para llevar cinco años como Presidente
Copete alto bien peinado, camisa blanca impecable, trajes a la medida de colores sobrios y nudos de corbata perfectos no han faltado en los cincos de los seis años que Peña Nieto debe cumplir como Presidente, pero lo que sí ha faltado son las canas y el desgaste físico que implica ocupar el cargo más importante de cualquier país.
“Actualmente lo veo como que se pinta el cabello. Obviamente eso lo hace ver más joven, pero creo que la cana para el hombre es signo de madurez, y de un presidente habla de un cargo difícil. Ahí está Obama, hay que ver cómo empezó y cómo terminó, con el cabello casi blanco. Es parte de ser natural”, dijo Merino.
Para la asesora de imagen, el que la imagen de Peña Nieto se haya mantenido controlada durante todo este tiempo lo ha hecho transmitir la imagen de alguien rígido, “que tiene un bloqueo y le falta carisma”.
Esta rigidez, dijo, ha hecho que rara vez veamos una sonrisa natural del Presidente, lo cual haría que la gente logre identificarse un poco más con él.
“Con todo respeto, creo que al presidente Peña le falta practicar su sonrisa natural. Siempre lo veo con una sonrisa a medias [...] El día del Informe, al final, cuando está aplaudiendo, lo vi por primera vez con una buena sonrisa sincera”.
Suéltese el pelo, señor Presidente
El último año de Peña Nieto como presidente de México ya está en cuenta regresiva, por lo que una de las recomendaciones que hizo la experta es proyectar una imagen más relajada, diferente a la que nos han tenido acostumbrados en los últimos años.
Para Merino, el hecho de que haya mantenido la misma imagen durante todo su sexenio -con excepción de 2015 cuando se le vieron canas en el cabello- habla de una estrategia para dar una imagen de que el Presidente terminará su administración tal y como lo empezó; sin embargo, la experta en imagen considera que sería mucho mejor “dejar correr los años” y permitir que los signos de la edad, tales como cabello gris y arrugas, aparezcan.
“Mi recomendaciones que se suelte un poquito el pelo. No siempre tenemos que ser perfectos”, dijo.
mrf