Después de cuatro años el periodista norteamericano Jon Lee Anderson y el caricaturista mexicano presentaron en la FIL Guadalajara su tercer volumen biográfico ilustrado Che. Una vida revolucionaria. Tomo 3.
José Hernández, quién ilustró el libro relata que “fue una experiencia de compenetración con la vida del Che, fue una batalla, a veces sentía simpatía y atracción por su vida, pero en otros momentos sentía aversión. Sin duda, se trata de un personaje que resulta incómodo para la derecha porque fue un idealista y un hombre que luchó por el comunismo, pero no se le puede reprochar como a Stalin, Fidel Castro o Mao que ejercieron el poder de forma autoritaria. Con esta obra, al menos puedo decir, que aquí están los tres libros que marcaron mi vida”.
Jon Lee Anderson, por su parte, explicó que escribir la biografía de “alguien tan icónicamente conocido fue difícil. Al ser un personaje de la guerra fría, gran parte de su vida estuvo clasificada, de ahí que la bibliografía estaba muy estereotipada: o era satanizando o era 'angelizado', no había terminó medio”.
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El periodista comentó que investigar la vida del revolucionario fue una aventura. “Tuve que buscar a quienes le conocieron en vida, hasta que por fin di con su viuda, quien me mostró su diario íntimo, donde descubrir que no solo era un guerrillero, sino también un intelectual”.
“El Che ha sido mitologizado, puede que estemos a favor o en contra de su ideológica política, lo que no podemos negar es que buscaba la justicia en el mundo”, añade Anderson.
Los autores del libro no pudieron negar que durante la edición del libro tuvieron sus diferencias a la hora de ilustrar a los personajes, como la primera mujer del Che, que según Anderson, Hernández la dibujó muy fea. O también el caso del guerrillero mismo que cambió su aspecto en más de una ocasión.
Otra de las diferencias fue que Jon Lee Anderson procuró mantener el rigor periodístico, mientras que Hernández sufrió para rellenar huecos históricos con diálogos ficticios.
“Jon me preguntaba constantemente cuáles son tus fuentes y yo respondía: 'me las inventé'. Incluso una vez recuerdo que un medio español citó una frase de Fidel Castro, que provenía de mi libro y que yo solo la había puesto de relleno”, recuerda el ilustrador con humor. Aunque Jon Lee sostuvo en más de una ocasión que no se podía creer en lo que decía Hernández, porque era muy exagerado.
MC