Boeing eclipsa a Airbus en la guerra del sector aeroespacial

En el Dubái Air Show anuncia un acuerdo con Emirates Airlines para la colocación de 40 aviones que el fabricante europeo ya sentía en su poder.

El modelo 787 Dreamliner en las instalaciones de la compañía en Carolina del Norte, EU.
Peggy Hollinger
Dubái /

El Dubái Air Show no comenzó bien esta semana para Airbus, el emblemático fabricante de aviones de Europa.

El plan era comenzar la mayor feria comercial del sector aeroespacial de Medio Oriente el domingo con un acuerdo principal de 15 mil millones de dólares para la venta de 26 Superjumbo A380 a la aerolínea Emirates Airlines, algo que aseguraría la producción del avión de pasajeros más grande por más de una década.

En vez de eso, Boeing se robó las cámaras, literalmente, al apoderarse del escenario que estaba destinado para el anuncio de Airbus, cuando dio a conocer su propio acuerdo con Emirates por la venta de 40 aviones 787 a un precio de lista de 15 mil millones de dólares.

Desde entonces, Airbus ha tenido problemas para recuperarse del revés público, incluso después de asegurar uno de los acuerdos más grandes de aviones en la industria cuando el evento llega a su fin.

De forma inusual, los ejecutivo de Airbus, que no salieron de Dubái la noche del lunes, se negaron a dar entrevistas el miércoles, después de dar a conocer un acuerdo para la venta de 430 aviones de un solo pasillo a cuatro aerolíneas de bajo costo relacionadas con Indigo Partners, un grupo de inversión de Estados Unidos, por un valor de catálogo cercano a 50 mil millones de dólares.

Sin embargo, incluso este acuerdo histórico no pudo disipar la decepción que se cierne sobre el fracaso de asegurar la firma de Emirates por un nuevo lote de aviones A380.

“No se puede escapar al hecho de que la victoria que obtuvo Boeing con Emirates con sus aviones 787 representa un enorme golpe al rostro de Airbus, y al tener en cuenta que Airbus recibió otro golpe en su propia casa en el Paris Air Show (Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París-Le Bourget) con el 737 MAX 10; 2017 no ha sido el año de Airbus en los eventos y salones del sector aéreo”, dice Saj Ahmad, analista en jefe de StrategicAero Research.

Airbus ha sentido la presión este año, pues se enfrenta a retrasos de los motores de su popular avión de un solo pasillo A320 neo, en su intento por integrar sus divisiones ferozmente independientes y lidiar con el impacto de las investigaciones sobre corrupción en violaciones de cumplimiento en acuerdos de aviación civil y de defensa.

Este año se ha sentido una fuerte desaceleración en los pedidos en toda la industria. Sin embargo, esa desaceleración ha sido particularmente notable en Airbus que, antes de que iniciara el evento, logró solamente 288 pedidos en firme este año, en comparación con 605 de Boeing.

Hasta que se firmen los acuerdos por 430 aviones para Wizz Air de Hungría, la startup chilena JetSmart, Frontier, de Estados Unidos, y Volaris, de México, Airbus continuará quedando a la zaga de los pedidos de Boeing.

John Leahy, el vendedor de Airbus que se retira en diciembre, dijo que busca lograr tener los contratos firmados para finales de año. Pero Bill Franke, cofundador de Indigo, fue más cauteloso. “Podría tardar tres o cuatro meses”, dijo después del anuncio.

Los ejecutivos de Boeing saborean la incomodidad que siente Airbus. No importa que en la habitual competencia de pedidos de los eventos aéreos, donde los compromisos se contabilizan como compras firmes, queden detrás de Airbus con pedidos y compromisos en firme con 269 aviones en comparación con los del grupo europeo que obtuvo 500.

Pero en el penúltimo día del evento, los únicos pedidos reales y en firme, los que no se anunciaron anteriormente, fueron los de cinco Boeing 787 de dos pasillos de Azerbayán y dos aviones de carga 777 para Ethiopian Airlines. Es un número pequeño. Pero la cuenta de 45 pedidos en firme de Airbus de CDB, la compañía de alquiler, simplemente fue la confirmación de un compromiso que se anunció en el Paris Air Show.

Si el estado de ánimo en Dubái es alguna señal, Boeing está a la ofensiva de una forma que no se había visto en los últimos años.

Cuando se le preguntó si la salida de Leahy, quien vendió aviones por un valor de más de 1.7 billones de dólares en su carrera de 32 años, podría afectar la dinámica de competencia del mercado, Ihssane Mounir, el relativamente nuevo jefe de ventas de Boeing, simplemente sonrió. “Creo que vamos a estar bastante bien”, dice.

El fabricante europeo de aviones seguirá enfrentando preguntas sobre el futuro de su superjumbo A380 hasta que el acuerdo con Emirates se mantenga como presa de los desacuerdos sobre precio, detalles técnicos y plazos de entrega.


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