Telemundo está imparable en Estados Unidos. A menos de una semana de haber roto todos sus récords de audiencia con el lanzamiento de la quinta temporada de El señor de los cielos, acaba de estrenar Jenni Rivera: Mariposa de barrio.
¿Y sabe qué? No está buena, está buenísima, maravillosa, sorprendente.
Si Jenni Rivera viviera, enloquecería de felicidad ante esta nueva versión de su biografía profundamente redonda, humana y aterrizada en lo popular.
¿Por qué le estoy escribiendo de esto si nosotros vivimos en México y es muy probable que tardemos un largo rato en ver de manera legal estas producciones?
Porque es una vergüenza el contraste entre lo que está sucediendo allá y lo que tenemos acá, y porque ya no existen las fronteras en materia de televisión.
Hay miles de mexicanos regados por todo el territorio nacional que prefieren ver esto, como sea, a padecer conceptos como La piloto, Nada personal y Paquita la del barrio.
Quiero detenerme en el caso de Mariposa de barrio porque este título, cuando llegue a México, va a ser un cañonazo, porque los hombres y mujeres que vivimos en este país seguimos enamorados de Jenni Rivera y porque no paramos de ver, con particular entusiasmo, Su nombre era Dolores.
¿Cuál es la nota? Que Mariposa de barrio es la tercera serie que se produce inspirada en la vida es esta cantante. Además de la de Univisión, que se sigue transmitiendo con éxito en Azteca 13, tenemos La vida de una diva de Estrella Tv y ahora la versión de Telemundo.
¿Por qué? ¿Qué tiene Jenni Rivera que no hayan tenido otras celebridades? ¿Por qué está gran necesidad de profundizar en su biografía?
Porque ella es la heroína perfecta para las audiencias de hoy. Estamos hablando de una mujer talentosa pero imperfecta, que alcanzó la cima pero sin dejar de llorar.
La vida de Jenni Rivera es para las telenovelas lo que Frozen para Disney, un nuevo tipo de cuento de hadas, un admirable ejercicio de actualización, una revolución en fondo y forma.
Y tuvo que haber sido Jenni Rivera la que generara esto, porque si algún escritor hubiera llevado esos conflictos, inventados por él, a Televisa, a Tv Azteca o a Imagen Televisión, lo hubieran regresado a su casa por inadecuado e inmoral.
Es más, ni la Secretaría de Gobernación hubiera permitido su realización.
¿Qué hay en Mariposa de barrio que no hayamos visto en las otras dos bioseries? ¿Acaso no se trata de lo mismo?
¡No! Ahí está la grandeza de los responsables de esta joya. A pesar de que es la misma historia, haga de cuenta que se trata de otro asunto.
En Mariposa de barrio no solo se dicen cosas que jamás se habían dicho, hay una mezcla de cuatro asuntos gloriosos: lo documental, lo sentimental, lo social y lo estético.
Esta bioserie combina imágenes de la Jenni Rivera real, su voz, como si ella fuera la narradora, con una suerte de testimonios que le dan un tono muy especial, muy de verdad, profesional, diferente, a lo que uno está mirando.
A esto me refiero cuando le hablo de lo documental. ¿Y lo sentimental?
Aquí entra algo fascinante. Jenni Rivera: mariposa de barrio juega mucho con las emociones del espectador.
¿Cómo? Haciendo a un lado a la estrella que todos conocemos para poner a la niña que lloraba por su muñeca rota, a la chica del videoclub, a la muchacha que se entregaba a la primera.
Independientemente de que sea Jenni Rivera, no hay manera de ver esto y de no involucrarse, de no conmoverse. Es como Mujer, casos de la vida real pero corregido y aumentado.
¿Qué es eso de lo social? Algo de lo mejor que hay detrás de este concepto.
Al verlo usted no solo se va a entretener y a enterar de muchos chismes, va a reflexionar sobre varios de los más grandes temas del momento como la violencia en contra de las mujeres.
Pero con tal suerte que va a concluir cosas que lo sorprenderán y que hasta cambiarán su posición ante estos conflictos.
Por tanto, Mariposa de barrio es una serie positiva, necesaria.
Hablemos ahora de lo estético. Esta producción es de muy alta calidad, pero no apuesta por lo que apuestan todas.
Yo la siento como un gran cómic de Lágrimas y risas, como una historieta popular mexicana y eso la vuelve más rica, entrañable.
Ni hablemos del reparto porque entonces sí no vamos a acabar de elogiarla jamás.
Jenni Rivera: mariposa de barrio es una muy buena opción en el cada vez más competido y cercano mercado de la televisión hispana de Estados Unidos.
Cuando pueda, véala. Le va a encantar. De veras que sí.
¡GRACIAS, NETFLIX!
Quiero darle las gracias públicamente a Netflix por atender a su público, por escuchar la críticas.
Sense8 no va a ser cancelada así como así.
Tal como proponíamos en esta columna, esta gran serie va a tener un desenlace de verdad, que podremos ver el próximo año en un capítulo especial de dos horas. ¡Gracias!
alvaro.cueva@milenio.com