Firma a favor de Marichuy es dar voz al indígena

  • Desde la raíz
  • Jesús Guerrero Valdez

tampico /

Me dijo mi tocayo -de apellido Bravo- en tono ácido, referente a la rueda de prensa de Francisco Barrios “El Mastuerzo”, en apoyo a la vocera del Concejo Indígena de Gobierno María de Jesús Patricio Martínez en la Plaza de Armas de Tampico, palabras menos palabras más: ¡Actúan como Charlie Brown, pero con el ideario de Carlos Marx!

Entendí de inmediato a lo que se refería y aunque no estaba del todo de acuerdo, no pude más que darle la razón esbozando una sonrisa. Nuestra historia parece algo fortuito, provocado por un accidentado cúmulo de sucesos sin pies ni cabeza. Pero no es así.

Varios puntos se tocaron esa tarde-noche, y una de las cosas que se comentó evidenciaba el desconocimiento de muchos sobre nuestra historia y sobre los pueblos naturales. Siempre bajo los intereses de los gobiernos en turno, ahí donde no se salvan ni los más ilustres líderes y políticos de nuestra nación.

Incluso Benito Juárez, indígena de Guelatao, Oaxaca a quien se le achaca la Ley Lerdo: Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de Corporaciones Civiles y Eclesiásticas, la cual se asegura no solo pegó a la Iglesia, sino al propio universo de nativos del país.

Sin embargo, la idea fundamental de la charla con los posibles firmantes era crear conciencia, reconocer la situación que nuestros hermanos indígenas, de los llamados pueblos originarios, siguen viviendo en la peor de las marginaciones.

“Tras bambalinas” hubo otros varios que espetaron que si Paco Barrios había dicho de alguna manera, no se aspiraba a ganar; que si la reunión debió ser encabezada por rostros de líderes indígenas y no sé cuántas cosas más. La lucha detrás de una mujer como María de Jesús Patricio Martínez guarda mucho significado, porque representa a grupos vulnerables y les da la oportunidad de tener voz a través -no de ella propiamente- sino del Concejo Indígena de Gobierno.

En el volante entregado ese día, son claros: “...Proponer que nuestra vocera sea candidata independiente a la Presidencia de México, no de un partido político”, porque señalan la ley electoral no permite añadir los nombres de todos sus concejales, pero que sin duda buscan ganar la presidencia de “un sistema podrido... a través de la candidata”, y difundir ampliamente su propuesta fuera de “los malos gobiernos y sus cómplices jodidos”.

Para lograr el registro de María de Jesús como candidata y sus voces puedan ser escuchadas, necesitan 1 millón de firmas, para lanzar un grito de “¡Basta!” en el cual se unan los mexicanos. Quizá es tiempo de escuchar en serio sus propuestas. ¿Acaso habrá algo más que podamos perder?

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