Hace tan sólo 19 meses, el Guadalajara, de la mano de un gran grupo, conformado por Matías Almeyda, logró el que fue el duodécimo campeonato de su historia, en el Clausura 2017. Con ello, las Chivas, a su vez, se convirtieron en el primer equipo, desde que se instauraron los torneos cortos, en lograr el denominado doblete, al ganar la Copa y la Liga.
Quizá sin ser muy espectaculares, sin gustar mucho, ganando sus eliminatorias con lo justo, o bien, a base del reglamento. Como fuera, el hecho es que el Rebaño era, nuevamente, el equipo más grande del país.
Sin embargo, el cuadro rojiblanco comenzó a ser víctima de la mala gestión por parte de su directiva, lo que provocó que –poco a poco- el equipo fuera desprendiéndose de los elementos que le habían dado el título de liga; a pesar de ello, las Chivas, aún con lo último de esa base, logró el campeonato de la Concachampions.
LA DEBACLE
Sin embargo, la crisis del Guadalajara llegó a su límite a la salida de Almeyda; una de las causales fue, justamente, la falta de plantel, lo que derivó en desacuerdos con la directiva.
A más de seis meses de la salida del estratega argentino, las Chivas, si bien están buscando reforzarse, ya se han librado de casi todos los elementos que consiguieron el título en el Clausura 2017.
Tan sólo de los que alinearon en la vuelta de esa Final ante los Tigres, sólo se mantienen Jesús Sánchez, Alan Pulido y Jair Pereira. El Rebaño, año y medio después, se podría decir que desmanteló a su último equipo campeón.