Carrie Fisher, quien regresó a su papel de Leia Organa en la nueva entrega de Star Wars luego de 32 años de haberlo interpretado por última vez, se pronunció sobre las críticas que ha recibido de parte del público por su aspecto físico actual.
"Por favor, dejen de debatir si envejecí bien o no. Desafortunadamente, eso lastima mis sentimientos. Mi CUERPO no ha envejecido tan bien como lo hice yo", escribió la actriz de 59 años en Twitter.
Fisher, quien interpretó por primera vez a Leia Organa en 1977, con apenas 21 años de edad, hizo énfasis en que su cuerpo no es lo fundamental en ella.
"Mi cuerpo es solo el contenedor de mi cerebro, que me arrastra hacia esos lugares y al frente de donde hay algo que decir o ver", escribió junto a una fotografía de Gary, su amigo perruno.
La actriz incluso dio 'retuit' a un mensaje que le escribió uno de sus seguidores: "Los hombres no envejecen mejor que las mujeres, solo tienen permitido envejecer".
Para dar vida nuevamente a Leia Organa, Fisher reveló durante sus actividades de prensa que para el 'Episodio VII' debió perder casi 16 kilos.
"Ellos no quieren contratarme toda, solo tres cuartos de mí", dijo Fisher en una entrevista con la revista británica 'House Keeping'. "Nada cambia, es una cuestión de apariencia. Estoy en un negocio donde la única cosa que importa es el peso y la apariencia. Es todo un desastre.