Brasil lleva hoy a la Berlinale el filme Como nossos pais, de Laís Bodanzky, una historia que aborda la "opresión invisible" que vive todavía la mujer en la actualidad en una sociedad que necesita reformular estructuras familiares anticuadas para adaptarse a los nuevos tiempos.
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La realizadora aborda con naturalidad el día a día de tres generaciones en Sao Paulo a través de pasiones individuales y mentiras existenciales y centra la historia en Rosa, permanentemente superada por lo que se espera de ella como mujer, madre y profesional.
"El tema de las mujeres en la sociedad es un tema invisible" en Brasil, aseguró Bodanzky en rueda de prensa, y agregó que rodar un filme sobre esa cuestión era un deseo personal suyo.
La realizadora no pretendía hacer una película feminista, sino mostrar la postura de las mujeres frente a los demás, precisó.
Como nossos pais no es una cinta solo sobre la mujer actual, sino que pone en duda además anticuadas estructuras familiares que ya no se corresponden con la realidad, pero que son heredadas y aunque opresoras, se pasan a la próxima generación, como si de un testigo se tratase, explicó.
En ese sentido, las generaciones hacen igual que sus padres, Como nossos pais, título del filme que hace referencia a una canción compuesta por Belchior y popularizada por Elis Regina, precisó.
El filme está protagonizada por Rosa, interpretada por Maria Ribeiro, y muestra a una mujer que roza los cuarenta, hija de padres divorciados, que además de trabajar se ocupa prácticamente sola de sus dos hijas pues los proyectos de investigación poco lucrativos de su marido hacen que éste se ausente con frecuencia.
Rosa decide escapar de sus obligados quehaceres diarios que le impiden dedicarse a su vocación como autora de teatro cuando su madre le revela un gran secreto largamente callado y descubre en ese momento que la vida le tiene reservada todavía muchas sorpresas.
Para Ribeiro, el rol de la mujer es cultural, están educadas para cuidar de los demás, y eso es universal.
La vida, según la actriz, consta de una primera y una segunda parte, al igual que el fútbol, y la segunda parte empieza a los cuarenta, cuando la mujer se plantea qué es lo que quiere cambiar todavía en su vida, como le ocurre a la protagonista.
La película, que se proyecta dentro de la sección Panorama, la segunda en importancia del festival, también lanza una pregunta sobre el concepto de lo que es amor y la idea que defiende Bodanzky de que "deberíamos ser más democráticos en la cuestión del amor" y sus diferentes formas.
La cinta cierra con la interpretación al piano por parte de la madre, interpretada por Clarisse Abujambra, de "Como nossos pais", y con un final ni feliz ni infeliz, sino real "como la vida misma", afirmó Ribeiro.
La realizadora aprovechó la presentación del filme ante la prensa en la Berlinale para hacer un alegato a favor de las mujeres que en Estados Unidos han salido a la calle a manifestarse contra el nuevo presidente del país, Donald Trump, y cuyas protestas calificó de "simbólicas".
"Tenemos que combatir a Trump, sobre todo las mujeres. Tenemos una voz y estas manifestaciones lo han demostrado públicamente", afirmó.
ES