Sobrevivientes del tráfico sexual hicieron un llamado a Netflix para que desista de producir una serie llamada Baby, inspirada en un escándalo sexual en Italia que involucró a adolescentes, y acusaron al servicio de normalizar el abuso infantil.
En una carta dirigida a los ejecutivos, los sobrevivientes acusaron a la compañía de streaming de tener un doble discurso al dar un toque de glamur a la explotación sexual semanas después de que despidió al actor Kevin Spacey, estrella de House of Cards, luego de que enfrentó acusaciones de conducta sexual indebida.
Baby, que iniciará su producción este año, está inspirado en un escándalo en el que estudiantes adolescentes del acomodado distrito Parioli de la ciudad de Roma habrían participado del comercio sexual para comprar ropa de diseñador y teléfonos móviles.
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El caso, que involucró la explotación de niñas de 14 y 15 años, fue conocido como el escándalo baby squillo, que significa prostitución infantil. La carta dice que ocho traficantes fueron arrestados y que su cabecilla fue condenado a 10 años de prisión.
"Netflix recientemente despidió a Kevin Spacey (...) Dar un giro y producir un programa que glorifica el tráfico sexual de menores y llamarlo 'entretenimiento provocativo' es el colmo de la hipocresía", dijo Lisa Thompson, vicepresidente del Centro Nacional sobre Explotación Sexual (NCOSE, por su sigla en inglés), con sede en Estados Unidos.
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Netflix no estuvo disponible de inmediato para realizar comentarios. Su sitio en Internet dice que el show se "inspira vagamente" en el escándalo baby squillo y lo describe como una "historia de adolescencia que explora las vidas desconocidas de los estudiantes secundarios de Roma".
La carta acusa a Baby de perpetuar el mito de que la prostitución es una aventura empresarial glamurosa.
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