La policía de Connecticut (noreste de Estados Unidos) publicó ayer miles de documentos sobre la investigación de la masacre en la escuela primaria Sandy Hook, en el poblado de Newtown, en diciembre del año pasado, que causó la muerte de 20 niños y seis adultos y conmocionó al país.
Del extenso material surge, por ejemplo, que el joven Adam Lanza, de 20 años y autor de la masacre, utilizó tapones en los oídos para no escuchar los gritos de las víctimas durante el ataque.
La documentación disponible en el sitio cspsandyhookreport.ct.gov incluye miles de páginas de informes sobre la actuación de la policía, con cientos de fotografías y videos, aunque todas las imágenes en las que aparecen cadáveres fueron censuradas.
Según el comisionado del Departamento de Emergencias y Protección Pública de Connecticut, Reuben Bradford, en una carta que acompaña la información, el objetivo de este “doloroso” documento es “proporcionar información útil para evitar tragedias de este tipo en el futuro”.
Bradford agregó que aunque con el tiempo se podrían hacer públicos nuevos documentos, “no esperan que contengan ninguna información que impacte en las conclusiones de la investigación” ya dadas a conocer, si bien aseguró que en el “poco probable” caso de que se obtuviera algún nuevo dato de relevancia, hay disposición a “reabrir” el caso e indagar “por completo”.
Al concluir 11 meses de investigación de la masacre, las autoridades admitieron que no fueron capaces de determinar un motivo claro de la matanza y concluyeron que el asesino actuó solo.
A principios de diciembre y tras una decisión judicial, la policía difundió los llamados de emergencia efectuadas durante la matanza.
Adam Lanza quien mató a su madre Nancy en su casa y luego se dirigió fuertemente armado a la escuela Sandy Hook vestía casi por completo de negro y llevaba guantes con los dedos libres, se encerró en un aula al darse cuenta de que la policía había llegado al lugar y se suicidó de un balazo a bocajarro que le destrozó el cerebro y el cráneo, según la autopsia.
La tragedia de Sandy Hook conmocionó a Estados Unidos y reabrió el debate sobre la portación de armas en el país.
Para los habitantes de Newtown el trauma fue aún mayor, y por ello los responsables de la alcaldía votaron de manera unánime en mayo demoler el colegio y construir uno nuevo en el mismo terreno.