El gobierno de Cataluña sigue adelante con su plan de declarar la independencia los próximos días, posiblemente el lunes, en un desafío abierto al Estado. La tensión y la incertidumbre son máximas en España y en Europa. Algunas claves para entender los diferentes escenarios que abre la situación:
¿Qué pasaría inmediatamente después de una declaración de independencia en Cataluña?
Es imposible saberlo. Lo que está claro es que un nuevo país no puede crearse de la noche a la mañana. La llamada Ley de transitoriedad jurídica aprobada por el Parlamento catalán pretende actuar como una normativa general para el plazo que transcurra entre la declaración de independencia y la aprobación de una Constitución catalana.
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La lista de tareas es más que larga: la nueva república tendría que crear su propia moneda o imprimir millones de pasaportes. Cataluña carece también de Ejército y sólo cuenta con una Policía autonómica. Otro problema más difícil de resolver sería el reconocimiento internacional del nuevo Estado: hasta ahora no parece que haya países dispuestos a dar ese paso.
¿Permitirá el gobierno español la independencia de la región sin hacer nada?
Es improbable. El ministro de Justicia español, Rafael Catalá, aseguró que Madrid tomará "todas las medidas" a su alcance para garantizar que se cumpla la ley. Todos los analistas miran ahora al artículo 155 de la Constitución española, que permite "adoptar las medidas necesarias" para "obligar" a una Comunidad Autónoma "al cumplimiento forzoso" de sus obligaciones.
En el caso de Cataluña, esto podría implicar la intervención de autoridades puntuales o directamente la disolución del Parlamento regional para convocar elecciones anticipadas en la región.
¿Podría estallar una guerra civil?
Nadie en España se plantea por el momento esa posibilidad, aunque la tensión aumenta día a día y crece el miedo a brotes de violencia. Los disturbios que se produjeron el domingo entre ciudadanos que querían votar en el referendo soberanista en Cataluña y policías que tenían orden judicial de impedirlo dejaron imágenes que consternaron a muchos y agitaron dentro y fuera de la región los fantasmas de la Guerra Civil española (1936-1939).
¿Existe una salida dialogada al conflicto?
El presidente del gobierno regional, Carles Puigdemont, reclamó una mediación internacional para destrabar la crisis. "¿Estamos dispuestos? Yo ya digo que sí", aseguró. "Simplemente pedimos algo: que no nos pongan condiciones". Al día siguiente, sin embargo, prometió la declaración de independencia "los próximos días".
Sobre todo Madrid parece cerrado a un diálogo o a una mediación, porque considera que no se trata de un conflicto entre dos partes simétricas, sino que una de las partes desafía la ley y la Constitución y la otra intenta garantizar su cumplimiento. "Esto no es un conflicto entre dos partes", dijo el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, rechazando una mediación.
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¿Puede la crisis debilitar o tumbar el gobierno de Rajoy?
El mandatario del conservador Partido Popular (PP) viene siendo criticado por su postura inflexible y su negativa a enviar al menos una oferta de diálogo a Cataluña. Los socialistas del PSOE, primera fuerza de la oposición, reclaman negociación incluso a pesar de ver también ilegal el referendo. La tercera fuerza nacional, la alianza de izquierda Unidos Podemos, pide abiertamente la renuncia de Rajoy como única salida a la crisis. Si el conflicto sigue escalando, las cosas podrían ponerse difíciles para el gobierno.
¿Por qué convocó Cataluña un referendo independentista?
El nacionalismo histórico en Cataluña vivió en los últimos años un auge debido en parte a dos catalizadores: el impacto de la crisis económica que sacudió España desde 2009 y la sensación de afrenta cuando el Tribunal Constitucional español anuló en 2010 algunos puntos del nuevo Estatuto de Autonomía catalán.
Aprovechando ese clima, Puigdemont llegó al gobierno catalán el año pasado prometiendo un referendo en el que la región pudiera decidir sobre su independencia de España. Unos 5.34 millones de catalanes estaban llamados a responder a la pregunta: "¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?".
¿Y por qué lo rechaza el gobierno español?
Horas después de que el referendo fuese convocado el 6 de septiembre, el Tribunal Constitucional español aceptó un recurso del gobierno y lo suspendió. La Constitución española -aprobada en 1978 por una amplia mayoría de ciudadanos, también en Cataluña- consagra la unidad del país y no prevé una consulta de ese tipo.
JOS